1- El Papa san Juan Pablo II que bajo la mirada de Dios el hombre decide su propio destino. Teniendo en cuenta esta afirmación, explica esta frase de Edith Stein.
“Comencé a ser feliz cuando me di cuenta de que lo que Dios tenía preparado para mí era mejor que lo que yo estaba pensando para mí misma”
AYUDAA
Respuestas
Explicación:
LA BIBLIA DICE:BUSCAD A DIOS MIENTRAS PUEDE SER HALLADO, LLAMADLE EN TANTO QUE ESTA CERCANO, DEJE EL IMPÍO SU CAMINO Y EL HOMBRE INICUO SUS PENSAMIENTOS Y VUELVASE A JEHOVA, El Cual Tendrá DE El Misericordia, al Dios Nuestro, el cual será amplio en perdonar. PORQUE mis pensamientos no son VUESTROS pensamientos, ni VUESTROS caminos, mis caminos, dijo Jehova.
Cómo son mas altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que VUESTROS caminos, y mis pensamientos más que VUESTROS pensamientos. Isaias 55:6:9.
Teniendo en cuenta este pasaje bíblico y lo dicho por Edith Stein, vemos que los planes que tiene Dios para con nosotros son mejores que los planes que trazamos humanamente,,, pero porque al hombre le va mal en la mayoría de los casos en sus proyectos y planes de vida,,,??? Porque hay divorcios, disensiones, contiendas??? Porque no colocamos nuestros proyectos, nuestros planes y necesidades en las manos de Dios,,, queremos trazar os caminos que Dios no los ha aprobado para nosotros y el como nos ama permite que vayamos con una voluntad permisiva y no perfecta de Dios,,, cuando eso sucede fracasamos,,, por eso si usted tiene planes para su vida le aconsejo que busque la aprobación de Dios,,, si el está de acuerdo todo le saldrá bien, sino irá de mal en peor... Por eso la biblia dice:Del hombre son las disposiciones del corazón, pero de Jehova el aprobar su camino... Pídale a Dios en oración hable profundamente con él,,, dígale con Fé,, señor será que puedo vender esta casa???, señor será esta la ayuda idónea?? Señor será por este camino o por el otro,,, este negocio está viable??? Pero si Usted pide a Dios que dirija sus pasos,,, todo le saldrá bien,,, por eso es mejor colocar nuestra vida en las manos de Dios que en nuestra propia mano.