Respuestas
Vuelve a leer el texto
Normalmente al leer un texto por primera vez nos quedaremos con la idea principal.
Usa tu conocimiento previo
De igual modo, cuando vayamos a leer un texto, estos conocimientos previos son de suma importancia pues pueden facilitar la comprensión del mismo.
Piensa en voz alta
Si leemos algo y resulta que no lo hemos comprendido por completo, repetirlo en voz alta es una idea a tener en cuenta.
Haz un resumen
Cuando terminamos de leer puede que alguno de los detalles no hayan quedado del todo claros.
Haz predicciones
Hacer predicciones de cómo terminará el texto nos ayudará a involucrarnos en el mismo.
Evalúa lo aprendido
Una vez hayamos leído el texto en cuestión, verificar si lo hemos entendido todo o si por el contrario existen partes que nos hayan costado más, es muy importante para lograr una total comprensión del texto.
Cuestiona el texto
Si nos cuestionamos eso que hemos leído, seremos capaces de interpretar mucho mejor el relato.
¡Para!
Lo más aconsejable en estos casos es parar y tomar un descanso realizando otro tipo de actividad que nada tenga que ver con la lectura.
Monitorea y repara tu entendimiento
Podemos comenzar por releer eso que no ha quedado del todo claro y si todavía tenemos dificultades siempre podemos buscar soluciones alternativas como pedir ayuda a alguien que sí entienda el contenido del texto.
Toma apuntes
Sirven para ubicar los puntos importantes del texto y para organizar la estructura del mismo.
Ajusta el ritmo en el que lees
Es muy probable que cuando comencemos a leer un texto vayamos mucho más rápido, pero conforme avancemos en el relato el ritmo de lectura disminuya porque nuestra mente se cansa antes.
Ten prioridad por alguna información
Esto puede terminar confundiendo al lector y para evitar que esto suceda, cuando nos encontremos ante un texto bastante extenso y lleno de información, lo más aconsejable es que nos centremos en buscar lo que nos interesa y una vez hayamos comprendido la idea principal pasemos a prestar mayor atención a los pequeños detalles.
aplicación:
Entre las actividades cognitivas que deben ser activadas o fomentadas mediante las estrategias de lectura se encuentran:
Comprender los propósitos explícitos e implícitos de la lectura
Activar y aportar a la lectura los conocimientos previos pertinentes para el contenido de que se trate.
Dirigir la atención a lo que resulta fundamental en detrimento de lo que puede parecer trivial (en función de los propósitos que se persiguen).
Evaluar la consistencia interna del contenido que expresa el texto y su compatibilidad con el conocimiento previo, y con lo que dicta el «sentido común».
Comprobar continuamente la comprensión mediante la revisión y recapitulación periódica y la autointerrogación.
Elaborar y probar inferencias de diverso tipo, como interpretaciones, hipótesis y predicciones y conclusiones