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] Tropa Vieja es la tercera novela de Francisco L. Urquizo (1891-1969) y narra las andanzas bélicas de Espiridión Sifuentes, soldado del ejército federal y principal testigo de los eventos más trascendentes de la Revolución mexicana desde su inicio hasta la Decena Trágica. Ha sido alabada por retratar el enfrentamiento entre la tropa porfirista y las fuerzas revolucionarias desde una perspectiva más realista, sin que el autor tome partido. Considerada como una novela antibélica, Tropa vieja refleja el sentir del soldado al mismo tiempo que expone la crueldad de la guerra. Mientras que en el campo de la estética, la novela de Urquizo posee una gran riqueza artística y estructural conformada por diversos recursos literarios que la colocan en un lugar importante en la literatura de la Revolución mexicana.
Su publicación más trascendente es en 1943 por los Talleres Gráficos del Departamento de Publicidad y Propaganda de la Secretaría de Educación Pública, sin embargo, Tropa vieja ya contaba con una versión anterior, en 1940 por Editorial Juventud; otras versiones indican que fue en 1937 cuando la novela se dio a conocer por primera vez. La edición de 1943 sale nuevamente en 1950 por la Editorial Yucatanense en la ciudad de Mérida. En 1955 se realiza otra reimpresión para la serie Populibros de La Prensa; es de resaltar que ésta se caracterizó por tener “una tirada de cien mil ejemplares insólita para entonces y aún más para hoy”. En 1987 se edita Obras escogidas por el Fondo de Cultura Económica en su colección “Letras Mexicanas” e incluye como principal novela a Tropa vieja.
La obra se divide en dos partes que organizan cronológicamente los hechos desde los primeros meses de 1910 hasta febrero de 1913. La primera sección de Tropa vieja consta de 15 capítulos que abren con el retrato de la vida pacifica de Espiridión Sifuentes, joven de 18 años que se caracteriza por su personalidad rebelde. La aventura inicia cuando el protagonista, dominado por su pasión juvenil, agrede al juez de la patrulla de la hacienda donde trabaja. Encarcelado por las autoridades, éstos deciden que la única solución para controlar la desobediencia del muchacho es reclutarlo en el ejército por cinco años. Es así como Espiridión Sifuentes se convierte en soldado del 9° Batallón de Infantería del ejército federal en la ciudad de Monterrey.
Su vida en el cuartel se rige por la disciplina, la injusticia y la enseñanza militar que es dura y violenta. Espiridión tiene la conciencia de haber perdido su individualidad y libertad, ahora es un soldado más, un “Juan”, nombre con el que se les conoce a los humildes miembros del ejército. Sin embargo, en ese ambiente hostil también conoce las historias de otros compañeros de armas como Juan Carmona, los hermanos Villegas y Jacobo Otamendi, amigos temporales pues, al desencadenamiento de la Revolución, unos mueren y otros desaparecen de su vida.
La primera parte de la novela finaliza con la batalla de Torreón, momento en el que se narra el triunfo de las fuerzas revolucionarias y la huida del ejército federal. En Tropa vieja se plasma uno de los sucesos más dramáticos de la Revolución mexicana, la masacre de Torreón y el caos desatado cuando todos intentan huir para salvarse. Durante la confusión de la batalla el hijo de Juan Carmona muere de un balazo sin que los padres se den cuenta. Al descubrir el cadáver, Carmona emprende la lucha, sin ayuda de nadie, contra el bando de revolucionarios. Espiridión sólo escucha las detonaciones a lo lejos y después el silencio.
La segunda parte de la novela —compuesta por seis capítulos— inicia año y medio después con el triunfo de la Revolución. En este momento de la diégesis, Espiridión y su nueva esposa Juana —viuda de Carmona— son obligados a trasladarse con el 24° Batallón a la Ciudad de México, lugar en el que se convierte en el asistente del mayor Fernando Acuña. Sin embargo, en esa aparente época de paz la inconformidad por el ascenso de Madero provocan nuevas revueltas y el joven soldado debe regresar a los cuarteles. Más tarde, tras una breve estancia como centinela en la prisión de Santiago Tlatelolco, Espiridión dice presentir que algo se aproxima en esos últimos días del mes de enero de 1913. Poco tiempo después es enviado a una nueva batalla contra sublevados del ejército; lucha que es conocida en la historia mexicana como la Decena Trágica. Este conflicto armado se llena pronto de sospechas y traiciones. Después de varios días de lucha, Espiridión es herido y llevado al hospital militar, en donde intentan salvar inútilmente su brazo derecho. Con el miembro amputado, los días en el ejército terminan pero también la posibilidad de trabajar, con su libertad recuperada se lamenta de la suerte de la tropa que ve desfilar en la calle, adivina el destino de ellos al escuchar el sonido de los tambores que son semejantes a los de un entierro.