Respuestas
En el norte de España, los cristianos hacen frente a los árabes en pequeños grupos. Su lengua va evolucionando con el paso de los siglos para dejar de ser el latín y formar una lengua nueva: el castellano. Durante la Reconquista, los cristianos van ganando terreno a los árabes, y con ellos la lengua castellana se va extendiendo hacia el sur de la Península. Al finalizar el siglo XIV, el castellano es la lengua más usada en España. Según parece, el castellano nació en la parte norte de Castilla, en una zona comprendida entre Cantabria y Burgos. A la vez que el castellano y debido a diferentes evoluciones del latín, se desarrollaron otras lenguas que se extienden frente a la dominación árabe. El vasco, en cambio, permaneció aislado y sin alteraciones con el paso de los siglos gracias a su situación geográfica. De esta manera se va formando el actual mapa lingüístico de la Península ibérica, formado por cuatro lenguas románicas: castellano, catalán, gallego y portugués; además de una lengua no románica: el vascuence.
Respuesta:
Los primeros habitantes de la Península Ibérica de los que se tiene noticia, eran pueblos de diversas procedencias, que hablaron lenguas también diversas: célticas, ligures, ibéricas, etc.; pero el conocimiento que tenemos de ellas es muy escaso y confuso. En algunas zonas del Sur de Levante, donde los fenicios (desde el Siglo XI a.C.) y los griegos (desde el VII a.C.) fundaron una serie de colonias, fueron habladas las lenguas de estos pueblos. En el Siglo VII a.C. un nuevo pueblo fenicio, el de la ciudad de Cartago (en el Norte de África), tras establecer una colonia en la isla de Ibiza, inició una larga dominación en el Sur de la Península. Esta dominación, cuando los cartagineses lucharon contra los romanos y fueron vencidos por ellos, trajo como consecuencia un acontecimiento de importancia fundamental para la futura nación española: La presencia, en el suelo ibérico, del pueblo, la cultura y la lengua de Roma. La Península Ibérica fue romana desde finales del Siglo II a.C. hasta los comienzos del s. V d.C. Tan honda fue la huella que en esta tierra dejó la civilización romana, que no sólo quedó casi totalmente olvidado lo anterior, sino que quedó definitivamente marcado por ella todo lo que vino después. De todas las lenguas que existían en la Península antes de la dominación romana y que por ello llamamos prerromanas sólo una quedó en pie y ha llegado viva hasta nuestros días: El euskera. El vascuence no ha dejado de influir algo sobre la lengua castellana. Algunos rasgos fonéticos y algunos elementos morfológicos de ésta parecen ser de origen vasco; en el vocabulario se señalan algunos vasquismos. También de las lenguas desaparecidas han quedado reliquias aisladas dentro del vocabulario español. Algunas de las palabras que se suelen citar como vasquismos pudieran proceder realmente de esas lenguas de donde pasarán juntamente al euskera y al castellano. Donde más abundante es el recuerdo de aquellas viejas lenguas es en los nombres fósiles de la Geografía. También infinidad de comarcas y regiones han conservado a través de más de dos mil años los nombres que ya tenían cuando empezó a existir en la historia esta Península, como los fenicios Cádiz y Málaga, y los celtas Sigüenza y Segovia.