Expresa con tus propias palabras qué es el mal del ojo y cómo curan las hierbateras del pueblo afroecuatoriano esta dolencia mediante la medicina ancestral
Plis para hoy 08/07/2021 12:00
Respuestas
Explicación:
Una canoa vieja sirve de parcela para sembrar paico, espíritu santo, ruda, discancel y chivo, plantas utilizadas para curar el mal ojo, espanto, mal aire y dolores abdominales, en Esmeraldas.
Esas especies se observan en los patios de algunas casas de las comunidades afros del norte de la ‘Provincia Verde’. Sus moradores dicen que es su farmacia natural, porque de allí extraen las plantas para curar todo tipo de dolores.
Paulina Nieves de la comunidad de Viruela en la parroquia Telembí, en el norte de la provincia de Esmeraldas, desde hace 30 años siembra estas hierbas para curar lo que ella denomina el mal de ojo y para desparasitar.
Alrededor de su casa tiene sembradas plantas de gallinazo, chivo, flor amarilla y discancel. Con sus hojas y flores hace una mezcla que introduce en una botella para que se fermente con la humedad.
Cuando se sospecha que alguien en la comunidad tiene mal aire o mal de ojo, por síntomas como decaimiento y vómito, entonces Paulina Nieves prepara sus hierbas con un poco de aguardiente
Respuesta:
ExplicaciónUnas 50 mujeres de las comunidades del norte de Esmeraldas promueven el uso de la medicina ancestral entre la nueva generación, que poco conoce cómo sus ancestros utilizaban plantas para curar las dolencias.
El proceso empezó con la siembra de plantas como discansel, flor amarilla, espíritu santo, llantén, menta, ruda, sábila, hierva luisa… Las mujeres siembran en los patios de sus casas o en áreas donde no sean maltratadas por los animales.
Las mujeres de Santo Domingo de Ónzole, en el cantón Eloy Alfaro, se caracterizan por mantener viva esa tradición heredada de sus padres. “Nosotras siempre hemos cultivado nuestras plantas medicinales para la conservación de las mismas”, señala Emérita Ayoví, una de las participantes. Levin Oviedo, exconsultor de proyectos con grupos étnicos del norte, dice que al proceso del cuidado de plantas medicinales se han sumado las comunidades indígenas de la provincia, para aportar con sus saberes ancestrales.
En Esmeraldas un grupo de antropólogos como María Perea, Adison Güisamano y Jefferson Arroyo propuso la realización de un encuentro de los cultores de la medicina ancestral, con expositores de las mismas comunidades. Perea explica que esta sería una buena forma de integración cultural, en donde participen las nacionalidades Épera, Chachi, Awá y el pueblo afroesmeraldeño, y muestren su trabajo.: