Los españoles se hicieron propietarios de grandes extensiones de tierra para la agricultura mediante la encomienda y repartición de indios que más adelante se llamó?
a) hacienda
b) terratenientes
c) latifundio
d) ninguno de los anteriores
Respuestas
Respuesta:
parece ser la D yo vi ese tema pero no recuerdo muy bien
Respuesta:
Explicación:"La mano de obra constituyó el mayor problema de las Indias", sostiene Manuel Lucena Salmoral. En el transcurso de la era colonial los españoles sometieron a sus súbditos americanos a distintas formas de trabajo. Al mismo tiempo, la esclavitud fue una fuerza laboral muy importante durante este período.
En el contexto del proceso de conquista se esclavizó al nativo, capturado en "guerra justa", para que trabajara en la extracción de metales preciosos y proporcionara alimento a los conquistadores. Las presiones ejercidas por sectores de la Iglesia y la disminución de la población indígena, determinaron que la corona permitiese el ingreso de negros africanos para que sustituyeran a la mano de obra aborigen.
Los esclavos negros fueron empleados fundamentalmente en los sistemas de plantación y, en menor medida, en los lavaderos de oro. También fueron requeridos para el servicio doméstico donde, además, le otorgaban prestigio social a sus amos.
El sostén de la economía colonial fue el indígena americano, considerado legalmente súbdito de la corona y, por tanto, hombre libre. La categoría de súbdito implicaba el pago de un tributo o, en su defecto, un servicio personal a los representantes de la autoridad monárquica en América.
En los dos primeros siglos coloniales la encomienda reguló la fuerza de trabajo y la distribución de la mano de obra. "La encomienda era una vieja institución de carácter feudal, que establecía servidumbre a los señores a cambio de protección para los siervos. Se estableció entregando una comunidad de indios a un español (benemérito) a cambio de los servicios prestados por éste", explica Lucena Salmoral.
El historiador Guillermo Céspedes del Castillo agrega que "el beneficiario (encomendero) cobra y disfruta el tributo de sus indios, en dinero, en especie (alimentos, tejidos, etc.) o en trabajo (construcción de casas, cultivo de tierras o cualquier otro servicio); a cambio de ello, debe amparar y proteger a los indios encomendados e instruirles en la religión católica, por sí o por medio de una persona seglar o eclesiástica (doctrinero) que él mantendrá".
Por lo tanto, la encomienda no implicaba la propiedad sobre los nativos; era una concesión no heredable. Al quedar vacante (sin poseedor) ésta volvía al monarca, quien podía retener a los indígenas bajo administración real o entregarlos a otro encomendero.