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L'olivera.
Sourcing Indonesia.
Algramo.
Encore.
Innova Materials.
Nobleza Obliga.
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Es así como el bien común se considera la piedra angular del acuerdo ético que hace posible la convivencia y el desarrollo. Pensar en el bienestar de la comunidad no es privilegio ni monopolio del Estado. Esa idea generó el fatal asistencialismo que lesionó a la sociedad, agrandando y sobredimensionando de tal manera a las entidades públicas que terminaron de gigantes de ineficiencia y que además colocó inmensos interrogantes sobre la gobernabilidad. Se abrió paso entonces la convicción de que el bien común es responsabilidad de todos, y a medida que esta idea se extiende, el Estado devuelve a los ciudadanos la gerencia de lo que antes no les correspondía. La reducción del tamaño del Estado sólo puede medirse en la ampliación de la participación de la comunidad, o sea en la fortaleza de la sociedad civil. Hoy se han abierto las puertas del trabajo conjunto entre gobierno y empresa solidaria. Cada vez más organizaciones de la sociedad civil asumen su papel como empresarias del desarrollo social, conscientes de que una sociedad donde sobrevive la miseria no puede reclamar legítimamente el título de moderna y menos el de desarrollada. Para esta tarea, experiencia de entidades como la FES y otras es múltiple y variada. Desde las donaciones a los fondos, la asistencia técnica y la intermediación eficiente, hasta el mercadeo e implementación de tecnologías de intervención y propuestas novedosas de desarrollo, todo ello acompañado de un liderazgo creativo y comprometido con el país, donde la sensibilidad social va siempre acompañada del urgente sentido de propiciar resultados. La FES es un buen ejemplo por su doble carácter de compañía de financiamiento y fundación. Una institución financiera inspirada en que al humanitarismo hay que ponerle administración y que a los actos filantrópicos hay que nombrarles una gerencia que los lleve al cumplimiento de sus propósitos. Esta entidad comenzó labores en 1964 con un capital de 2.500 dólares y hoy ha entregado donaciones por más de 50 millones de dólares. Durante 32 años se han ido definiendo los perfiles de lo que se ha llamado empresa privada social, es decir, una entidad administrativa eficiente al servicio de la solidaridad, humana, que ayuda a las personas a ayudarse así mismas, un instrumento de bienestar comunitario. Mirando hacia el pasado se podría decir que el mayor logro de la entidad es el haber abierto un camino, haber demostrado con su acción solidaria, con el manejo transparente de sus recursos y los de los demás, con autonomía financiera, con la aplicación de nuevas tecnologías a la solución de los problemas social, que era posible una concepción dinámica del desarrollo social. *Vicepresidente Social de la Fundación Fes.