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Respuesta:INTRODUCCIÓN
El Sistema Preventivo de Don Bosco, ¿tiene aún vigencia en la protección de una juventud que
vivencia con dificultad su propia condición en nuestras sociedades modernas?
No pocos, entre nuestros contemporáneos, son escépticos en torno a la idea de que un educador del
siglo XIX y para mas, sacerdote, este en condiciones de suministrar una respuesta adecuada a nuestro
tiempo desde el punto de vista pedagógico. La situación socio-económica de nuestros países en los
albores del siglo XXI es muy diferente de la que se daba en Torino en el siglo XIX, sin embargo entre
ambas épocas se puede percibir un elemento común: ambas son sociedades en crisis. En los tiempos
de Don Bosco se pasaba de una sociedad agrícola a una industrial, de una sociedad urbana a una
rural, de una sociedad monárquica a una republicana. Del mismo modo, hoy vivimos un período de
crisis, signado por importantes cambios en el plano económico, tecnológico y cultural. Estamos
entrando en una sociedad que economistas y sociólogos califican como sociedad “post-industrial” o
“post-moderna”. Como en todas las épocas de crisis social, el problema crucial es transmitir puntos de
referencia: El problema de los jóvenes siempre son más evidentes, principalmente aquellos que se
relacionan con los fenómenos migratorios.
Todos estos periodos de cambio están signados por un manifiesto desasosiego de los jóvenes que se
preguntan por su propio futuro. Esto es más notorio entre aquellos que son psicológicamente más
frágiles, o bien, viven en situación de exclusión social.
La intuición extraordinaria de Don Bosco, que permanece vigente en la sociedad moderna, ha
consistido precisamente en saber descifrar los fenómenos de violencia el observaba en los alrededores
de Torino, como síntomas evidentes de una carencia educativa.
No podemos olvidar, che demasiado a menudo la violencia, constituye en los hechos la forma mas
natural de resolver el conflicto, de expresar la furia. En su lugar, lo que no es natural pero si el fruto de
la educación, la convivencia, la paz, es establecer relaciones respetuosas en las discordancias con
aquellos que son distintos a nosotros.
El problema prioritario que nuestras sociedades modernas deben afrontar es la educación. Esta fue la
intuición de Don Bosco en el siglo XIX. Recordemos las palabras que pronunció en París durante su
viaje triunfal de 1883: “¡No se demoren en ocuparse de los jóvenes, de lo contrario ellos no se
demorarán en ocuparse de Uds.!”
Durante los períodos caracterizados por la incertidumbre y por una pérdida de la confianza hacia las
instituciones tradicionales, la autoridad del educador se funda no tanto en el mandato como en la
propia credibilidad entre los jóvenes. Esta era la convicción de Juan Bosco, quien cimienta todo su
Sistema Preventivo en la calidad de la relación adulto- joven y este precisamente, es el eje rector del
proyecto pedagógico de “Valldocco” en Francia, donde se ponen en marcha acciones de prevención
entre los jóvenes que atraviesan dificultades en la periferia de Paris y Lion.
No olvidamos que hoy como en los tiempos de Don Bosco, son tres los elementos que caracterizan a
la juventud:
Explicación: