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Para responder a la crisis financiera y promover el empleo y la producción nacionales, el gobierno argentino ha comenzado a implementar una estrategia de sustitución de importaciones en los últimos años, aumentando las restricciones a los productos importados. Ante los cambios en la política industrial del gobierno argentino, las empresas chinas en Argentina tomaron la iniciativa de ajustarse, y cooperaron con empresas locales para construir fábricas, para que los productos de las empresas chinas siguieran ampliando su participación de mercado en Argentina.
El gobierno argentino anunció la implementación del "Plan Estratégico Industrial 2020" en febrero de este año. Según el plan, en los próximos 10 años, el PIB de Argentina mantendrá una tasa de crecimiento anual promedio de 5%, de la cual la tasa de crecimiento anual promedio de la producción industrial alcanzará el 7%. Para 2020, se espera que el PIB de Afganistán aumente a 580,7 mil millones de dólares estadounidenses.
Para lograr este objetivo estratégico, pero también para resistir mejor el impacto de la crisis financiera en la economía real de Argentina, el gobierno afgano promueve enérgicamente una estrategia de sustitución de importaciones. Tiene como objetivo restringir la importación de productos industriales extranjeros a través de diversas barreras comerciales, como aranceles y no arancelarios, y reemplazar gradualmente los productos importados con productos nacionales en el mercado interno de Afganistán, creando así condiciones favorables para el desarrollo de la industria del país y logrando el propósito de proteger y desarrollar las industrias nacionales. Por otro lado, el gobierno alienta a las empresas extranjeras a establecer empresas conjuntas o empresas cooperativas en Argelia otorgando un trato preferencial en impuestos, inversiones y ventas, o mediante el procesamiento con materiales suministrados, para aumentar el nivel de industrialización, crear oportunidades de empleo y aumentar impuestos.