• Asignatura: Castellano
  • Autor: liszapatamorales22
  • hace 2 años

un cuento de 3 parrafos por favor den lo mejor de si doy corona y puntos por favor ​

Respuestas

Respuesta dada por: e74792555
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Respuesta:

Había una rana llamada Filo mena , le gustaba jugar , cantar , saltar pero no le gustaba prestar , ella pedía muchos deseos a una estrella pero , no eran buenos como, yo quiero tener una muñeca,para Entonela se ponga celosa, un día la estrella le dijo en 3 días tendrás que cambia.

ella no le hizo caso y siguió pidiendo deseos iban 2 días , después se enamoro de un niño de su clase su frió corazón, vivió en armonía.

la estrella se sentía orgullo de ella , la estrella le dijo te daré tu deseo de tu corazón , ella serró los ojos y pidió, que a todas las personas que avía lastimado les de lo que ella tenia amor y comprensión  fin


e74792555: espero que te sirva
Respuesta dada por: dwallcontratistas
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 maría y el caracol  

María salía por las noches para conversar con su amiga. Aunque más que conversar, María la escuchaba mientras ella le contaba cosas del pasado, cosas del presente, cosas del futuro. ¡Su amiga sabía tanto!

—Es una de las ventajas de ser eterna; desde tu punto de vista, claro —Se burlaba un poco de María mientras la miraba con dulzura. Pero María no rechistaba y solo podía mirarla embobada. Era tan bonita, era tan perfecta.

María encontró a su amiga en una de las muchas noches en que salía de expedición por los campos que rodeaban la casa. Esa noche, María estaba en cuclillas mirando como un caracol cruzaba el camino. Pensaba en lo valiente que era el caracol y lo esforzado que se le veía arrastrando su casita. Le daban ganas de cogerlo y dejarlo al otro lado.

—Tal vez así te ayude un poco a llegar a tu destino —Pensaba toda seria.

Estaba muy concentrada pensando si era lícito o no ayudar al caracol. Si debía prestarle un poco de ayuda llevándole al otro lado del camino.

—Para mí no es ningún esfuerzo —Se decía— Pero… ¿Debes ser tú el único merecedor de todo el esfuerzo? Entonces no debería ayudarte —Se replicaba María a sí misma.

Y mientras se debatía ante el dilema oyó una voz sobre su cabeza que le dijo:

— ¿Por qué no le preguntas al caracol?

María ni siquiera se giró, la sentencia era tan evidente. Esa era la respuesta. Simplemente genial: “Preguntarle al caracol”.

María se levantó, rodeo al caracol y volvió a ponerse en cuclillas; esta vez frente a él.

—Caracol —le dijo— ¿Quieres que te lleve al otro lado del camino?

El caracol detuvo su lenta marcha y apuntando a María con sus dos ojos levantó y bajó un par de veces su cabeza en un gesto claramente afirmativo. María, entonces, sujetó al caracol por la concha, lo puso sobre la palma de su mano y con mucho cuidado lo llevo al otro lado del camino para que, tan valiente y esforzado como antes, retomase su camino.

nose ekisde :V

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