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La labor que realizan los maestros requiere de una gran vocación, mucha dedicación y una paciencia infinita, que se conjuga para hacer un trabajo basado en el cariño hacia sus pequeños alumnos. Es con los maestros con quienes durante nuestra infancia pasamos varias horas al día, y ellos varias horas con nosotros. Y después, hacen lo mismo con nuestros hijos o sobrinos.
Por las siguientes razones creo que el trabajo de los maestros tiene un valor incalculable :
Un trabajo dentro y fuera de la escuela
Sí, con nuestros maestros pasamos apenas unas 4 o 5 horas al día. Pero, ¿sabemos cuánto tiempo dedican ellos a su tarea fuera de la escuela? Los maestros preparan clases, piensan actividades y están buscando de forma constante nuevas maneras de enseñar en el aula. Esto requiere de muchísima dedicación y sobre todo de un gran amor por la profesión.
Enseñan y aprenden
A los maestros siempre se les ocurren ideas divertidas y todo el tiempo están pensando en la manera de fomentar la creatividad de sus alumnos. Aman enseñar pero también están dispuestos -siempre- a aprender de otros maestros y de los mismos alumnos. Porque los chicos tienen una creatividad inagotable, y los maestros saben a la perfección cómo impulsarla para que surjan ideas geniales.
Tienen un 10 en paciencia
Los maestros comparten un mismo espacio con varios niños todos los días, y cada uno de ellos tiene una realidad diferente a la del otro. A veces, problemas familiares que carga el niño se reflejan en la escuela a través de conductas y comportamientos. Los maestros están allí para que todos los chicos, más allá de estas realidades diferentes, puedan avanzar en su educación.