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Un ataque de pánico consiste en una repentina subida de ansiedad de forma extrema que lleva al cuerpo a un agotamiento límite, generando sensaciones físicas y mentales extenuantes. La ansiedad aparece de forma muy rápida en unos 15-30 segundos la persona alcanza unos niveles máximos de ansiedad y la duración de estos ataques de pánico no suele exceder los 15- 20 minutos, transcurrido este tiempo la persona continua ansiosa pero en unos niveles mucho más bajos (restaría la ansiedad residual tras un ataque de pánico).
Como hemos visto un ataque de pánico es una situación muy dañina para el cuerpo y que genera uno de los malestares más potentes dentro del marco médico psicológico. Muchas personas relatan tras haber padecido un ataque de pánico haber tenido sensaciones de morirse o de volverse completamente locos, perdiendo el control de todo lo que les rodea.
Dolores en el pecho.
Vértigo, mareo, náusea.
Inestabilidad, mareo o desmayo.
Dificultad para respirar.
Sofoco, transpiracion o escalofrío.
Sensación de ahogo o falta de aliento.
Sensación de atragantarse.