Respuestas
El paso de la tristeza normal a la patológica suele establecerse a través de la proporción que hay entre la magnitud del sentimiento y la causa desencadenante. La duración, la intensidad y la modificación de la conducta nos hablarán de una posible patología. Dicho de otra manera, la tristeza que no está cualitativa ni cuantitativamente proporcionada a su causa puede considerarse anormal.
En la tristeza patológica o depresión tiene especial importancia la sensación de impotencia ante los conflictos. El individuo que la padece tiene la certeza de que haga lo que haga le resulta imposible modificar la situación en la que se encuentra, con lo cual desaparece toda posibilidad de esperanza. Se valora a sí mismo de manera muy deficiente, pérdida de la autoestima y sobrevalora las dificultades que le suponen el sufrimiento, así como las otras circunstancias de la vida. La depresión se extrapola del agente aparentemente causante de la tristeza y alcanza toda la realidad de la persona y de su entorno: no se ama a sí mismo y cree que los demás tampoco, todo es adverso