Respuestas
Las experiencias de las personas LGBT
en el trabajo
Las conclusiones de los estudios preliminares confirman
lo que muchos tal vez ya intuían: es común para las personas LGBT enfrentar situaciones de discriminación en el
trabajo a causa de su orientación sexual y/o identidad de
género. La discriminación y el acoso comienzan en la etapa de escolarización, reduciendo de esta manera las perspectivas de empleo. Posteriormente, la discriminación continúa en el acceso al empleo y en el ciclo de empleo; en
casos extremos, los trabajadores y las trabajadoras LGBT
pueden llegar a sufrir hostigamiento, acoso, abuso sexual
o maltrato físico.
A menudo, la causa de discriminación, acoso y exclusión
del mercado laboral es la percepción de no conformidad
con la heteronormatividad (la creencia social de que lo
“normal” es ser heterosexual), y también de las ideas preconcebidas sobre la apariencia y el comportamiento que
supuestamente han de tener una mujer y un hombre. Con
frecuencia, una mujer que es percibida como “masculina”
o un hombre que es percibido como “afeminado” en su
comportamiento o apariencia son víctimas de discriminación o acoso. En muchos casos, los trabajadores y las trabajadoras lesbianas, gays y bisexuales declararon haber
sido objeto de preguntas invasivas sobre su vida privada y
haber tenido que justificar por qué no eran heterosexuales.
Otros entrevistados/as explicaron cómo habían tenido que
“demostrar” su feminidad o masculinidad para poder ser
aceptadas/os en el lugar de trabajo y que su contribución
fuera apreciada. Por ejemplo, tanto el estudio de Tailandia
como el de Argentina dan cuenta del modo en que algunos/
trabajadores y las trabajadoras no siempre tienen acceso a
una reparación jurídica, ya sea porque los costos financieros son prohibitivos, o porque los procesos judiciales son
demasiado prolongados. En Hungría, Argentina y Sudáfrica,
muchos trabajadores y trabajadoras LGBT expresaron su
reticencia a realizar una queja formal, por las potenciales
pérdidas económicas que podían derivarse de la pérdida
del empleo si el/la empleador/a entraba en conocimiento de
su orientación sexual o identidad de género, o por falta de
confianza en el modo en que las quejas podrían manejarse.
No obstante, la aprobación de leyes que prohíben la discriminación contra las personas LGBT en el lugar de trabajo y en otros lugares, y la cobertura mediática que ello
genera, puede influir en un giro social real hacia una mayor tolerancia. Además, las actitudes de respaldo social,
incluido el apoyo de las organizaciones de trabajadores/as
y de empleadores/as, suelen ser un requisito previo para la
aplicación efectiva de la ley.