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Respuesta:
Por parte del objeto del acto libre, es preciso, en primer lugar, que tal
objeto dependa en su existencia del sujeto libre, es decir, que el objeto frente al
cual el agente es libre dependa de este mismo agente como de su causa. Esta
dependencia es la que se da entre todo agente y su operación propia, y es la
condición básica de posibilidad de cualquier grado de acción libre, porque la
libertad es justamente el dominio que un individuo tiene sobre lo que procede
desde sí mismo. Así, por ejemplo, todas las operaciones del hombre dependen en
su existencia del hombre mismo, porque no existen mientras él no las ejecuta, y
también dependen del hombre todos los objetos artificiales; de manera análoga,
todas las criaturas dependen en su existencia de la acción creadora de Dios. En
cambio, el hombre o el ángel no pueden ser libres respecto a la existencia del
Universo o de las cosas naturales del Universo, ni respecto de ellos mismos, en la
medida en que no dependen de ellos: el hombre o el ángel ‘se encuentran’ con el
Universo, pero su existencia presente no depende de ellos, aunque ciertamente
puedan influir en cierto grado sobre el transcurso de las cosas en el Universo.
Pero el objeto requiere otra condición para poder constituirse en objeto
adecuado de una acción libre: debe ser una realidad contingente. Así, por
ejemplo, de Dios proceden tanto sus operaciones ad intra como las ad extra,
pero respecto de las primeras Dios no es libre, porque tales operaciones son
absolutamente necesarias: Dios, por ser quien es, no puede dejar de conocerse y
amarse, y de originar en sí mismo el Verbo y el Espíritu1
; en cambio, Dios es libre
respecto a la existencia de todas sus criaturas, porque todas ellas, no siendo el Ser
Subsistente, podrían no existir sin alterar en nada la esencia divina y su íntima
Bienaventuranza. Por su parte, las personas creadas son contingentes en su
existencia (podrían no haber existido), y por tanto, en principio, todas sus acciones
son contingentes (todas ellas podrían no darse); sin embargo, existiendo un
subsistente racional, inmediatamente, para él, se dan ciertas acciones propias que
son contingentes y otras necesarias: en cuanto la persona empieza a ejercer sus
primeros actos racionales hay ciertas acciones que ejecuta necesariamente: en el
orden del entendimiento, la comprensión de los primeros principios, y en el de la
voluntad, la apetencia del fin último, pues el hombre, si entiende algo no puede
dejar de entender los primeros principios del ente (y con mayor razón el ángel), y
si quiere algo, no puede dejar de querer ser feliz. Frente a estos actos primeros de
su inteligencia y de su voluntad, la persona creada no es libre, porque tales actos
son necesarios y no contingentes. En cambio, es libre respecto a todos los actos de
ejecución exterior, pues todos ellos podrían no ejercerse (por ejemplo, el hombre
tiene dominio respecto a la mayoría de sus movimientos corporales externos:
puede caminar o no caminar; levantar una cosa o no levantarla, etc.; también son
contingentes todos los actos de imperio sobre esas acciones exteriores), y también
es libre respecto a muchos actos de eficiencia interna, como son los actos de los
sentidos internos, de la inteligencia y aun de la voluntad misma.
Con lo dicho, queda establecido claramente el ámbito de realidades sobre
las cuales se ejerce la libertad: sobre las acciones que proceden contingentemente
Explicación:
un saludo :D
Respuesta:
¿todos nuestros actos son libres? si todos son libres ¿Cuáles no lo son? El robo , la matanza etc.