Respuestas
El modelo de Estado-Nación, que ostenta la autoridad legislativa, ejecutiva y judicial y que se ha ido configurando durante 400 años, consta de los tres clásicos elementos: soberanía, población y territorio.
El Estado monopolizaba el uso de la fuerza sobre una población asentada en un territorio determinado, la producción normativa, la representación del interés general en el interior y la representación del interés del Estado en el exterior.
El Estado actual dista mucho de aquel que surge tras las revoluciones inglesa, norteamericana y francesa de los siglos XVII y XVIII. El papel del Estado-Nación ha cambiado: ámbito político, económico, social y cultural. Ha perdido el monopolio y adquieren creciente protagonismo otros actores: en ámbitos superiores al Estado, las empresas multinacionales y las instituciones internacionales; y, en ámbitos inferiores al Estado, las reivindicaciones regionales y locales.
Se trata de dos caras de la misma moneda: la globalización estimula la consolidación de lo local pero, a la vez, genera un mecanismo de homogeneización.
En cuanto a los motivos de la transformación (erosión) del Estado-Nación, hay que destacar que la globalización está reduciendo drásticamente la autonomía de los gobiernos para desarrollar su política económica8. (Ej. Unión Europea: que afecta a la política fiscal, la redistribución de la renta, la política monetaria y la política cambiaria). Igualmente, contribuye a dicha erosión el nacionalismo, que trata de aprovecharse de los cambios que se han experimentado con la globalización para conseguir un mejor posicionamiento dentro de la estructura social. Hay que destacar en este sentido el creciente protagonismo de la sociedad civil, que en muchos casos no ha visto solucionados sus problemas.