Y en última instancia me pregunto: ¿Qué representan las mujeres en los medios de
comunicación? Y tras la formulación de esta pregunta pienso en esas tertulias
políticas, de cadenas progresistas y conservadoras, donde las mujeres brillan por
su ausencia, y por tanto debemos interpretar que en este país no hay periodistas,
politólogas o expertas cuya opinión merezca ser escuchada. Y de paso privamos alas niñas de poder tener referentes femeninos positivos que favorezcan su
empoderamiento. Sobre otro tipo de programaciones destinadas por y para denigrar
a las mujeres, ni opino.
Las mujeres se representan, simbolizan y tratan como objetos con un valor
absolutamente inferior al de los hombres. Nuestro trabajo, nuestro pensamiento y
nuestras opiniones nunca tienen la misma valía que la de los varones, y por ello
cobramos menos por nuestro trabajo y nuestros pensamientos y opiniones no tienen
cabida en ningún espacio. Nos compran y nos venden. Nos relegan a los cuidados,
al sostenimiento de la vida, a la par que los minusvaloran y menosprecian. Se
escriben, cantan y filman odas a la maternidad, mientras que en la vida real está
castigada con el paro, la precariedad laboral y la feminización de la pobreza. La
desigualdad que vivimos las mujeres, causa principal de la violencia machista, es
estructural, y por ende toda la sociedad tiene, no sólo algo que decir, sino algo que
cambiar y que hacer.
El sexo empodera, decía alguien que se definía feminista y no lo era. El sexo no
empodera, en todo caso empoderaría el control de la sexualidad. Y permítanme que
les diga que es imposible en una sociedad patriarcal donde los cuerpos de las
mujeres se convierten en campos de batalla. Son mutilados, violados, tratados,
golpeados, insultados, menospreciados, vejados, torturados… Nuestros cuerpos se
convierten en campos de batalla que bien valen para apuntalar nuestra desigualdad,
cosificándonos e hipersexualizados, que para controlarnos a través de la violencia.
Finalmente, todo se reduce a ellos… a nuestros cuerpos. Los que sostienen la
desigualdad, sufren la violencia y apuntalan nuestra cosificación. Todo con cuanto
nos bombardean va directamente a ellos. Todo está relacionado, todo. La violencia
machista es un problema estructural. Sus causas lo son. Sus soluciones deben serlo
también.
¿Qué reflexión hace la autora sobre la desvalorización de las mujeres?
¿Qué opinión tiene la autora con respecto al empoderamiento?
Respuestas
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mucha lectura mas tarde de ayudo ok
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Mucho texto
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