Respuestas
Respuesta:
1Debemos conocer los límites de cada niño
Las habilidades de cada niño son diferentes, y estas dependen desde factores innatos y físicos de carácter genético, hasta del nivel de aprendizaje individual.
Seguro que el esfuerzo también ayuda mucho. Por ello debemos intentar conocer al menor en profundidad, para sacar y trabajar con sus mejores cualidades.
2. El ejemplo es fundamental
Los niños aprenden con el ejemplo de sus mayores. De ahí que en el día a día sea importante que vean cómo nosotros también ganamos y perdemos a diario. No todo nos puede salir bien siempre porque no somos perfectos, pero tenemos la capacidad de aportar soluciones para cada caso.
3. Los valores
En nuestro post “El fútbol, clave para educar en valores” destacamos cómo este deporte de equipo es capaz de generar una conexión emocional única. Aprovechemos para inculcar los valores propios que implica para nuestros pequeños.
4. Mejorar y disfrutar en cada jornada
Otro aspecto importante es enseñarles a que siempre pueden mejorar. Qué aspectos deben mejorar y qué maniobras o comportamientos tienen que evitar en cada partido. Lo más importante es disfrutar.
5. Seamos una especie de coach intermitente
Por último, y sin resultar excesivamente insistentes, tenemos que tratar de preguntar de forma proactiva qué tal ha ido el día o la jornada, animando a los pequeños independientemente de los resultados.