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Respuesta:
En un pueblo pequeño vivía un viejo solitario jubilado de la guerra que amaba descansar y escuchar el relajante sonido de las hojas secas cayendo en otoño.
Se mecía en su hamaca y no dejaba de contemplar esos hermosos árboles que le brindaban sombra y tan excitante sensación de paz.
Le era muy reconfortante sentir esa sensación que le hacía olvidar los recuerdo de la guerra.
Para los vecinos estos árboles eran estorbos culpables de la aparición de aves indeseables y las hojas que no dejaban de caer sobre sus terrenos; cansados de esta situación decidieron mandarlos a cortar y así terminar con el problema.
Ya cometida esta acción y al pasar los días la salud del anciano iba decayendo, por lo que su corazón la no puedo más y justo cumpliendo 30 días de haberle arrebatado a los único seres que le brindaban comodidad, el anciano murió.
Los vecinos al ver la terrible decisión que habían tomado, sembraron un árbol en honor al "viejo solitario".
Personajes:
El anciano jubilado
Los vecinos
Los árboles
Tiempo:
Fin de la guerra en el siglo XIX