las niños y las niñas son iguales o son diferentes porque
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tienen diferentes cuerpos
gustos
juegos
amigos etc.
explicacion
espero te sirva por qué no se
La ciencia confirma que nuestros cerebros son diferentes o, al menos, se organizan de manera diferente. Esa es la razón de que los niños se interesen más por los objetos en movimiento desde que son bebés y las niñas tengan más capacidad para fijar su mirada en lo estático.
Existen diferencias biológicas entre hombre y mujer porque se dan diferencias anatómicas del cerebro a partir de la influencia hormonal en los primeros 3 meses de gestación
Así, desde el nacimiento hasta los 24 meses se van incrementando las diferencias físicas y neuronales de niños y niñas con grandes cambios hormonales en ambos.
A los 4, 7, 9, 10 vuelve a haber grandes cambios hormonales que incrementan de nuevo cambios en el cerebro infantil.
Estas diferencias se amplifican a través del tiempo por su relación con el entorno que, sin saberlo, refuerza los estereotipos de género
Es innegable comprobar cómo hay diferencias conductuales con fundamento biológico en las mujeres y por ello tienen mayor capacidad de intuición y fluidez verbal así como mejores habilidades espaciales en los hombres y las conductas agresivas se manifiestan de manera diferente siendo en el hombre mayor presencia de violencia física y en el caso de la mujer, uso de estrategias menos evidentes de violencia verbal.
El cerebro de los bebés es muy maleable y se adapta constantemente según lo que ve en el mundo y la forma de tratar y de hablar a un niño o niña así como el tipo de juego que establecemos con cada uno también es diferente.
Si bien nacemos con diferencias biológicas, estas se incrementan a medida que el niño y la niña se integran en la sociedad, se relacionan con los miembros de la familia y las amistades, el tipo de juego que impera en su medio… todo influye para determinar una tendencia u otra
Las expectativas que tenemos sobre lo que se espera apropiado para uno y para otra se ponen de manifiesto en la manera de vestirlos, en los juguetes que compramos, en los juegos que potenciamos, en la decoración de su cuarto, en las actividades que fomentamos con cada uno…etc.
Influyen mucho los estereotipos que existen en la sociedad y se entiende “estereotipo” como un conjunto de ideas de los géneros que favorecen el establecimiento de roles fuertemente arraigados en la sociedad.
Estas ideas simplifican la realidad dando lugar a una diferencia de géneros que se basa en marcar las características de cada uno, otorgándoles una identidad en función del papel social que se supone deben cumplir.
Hacia los 3 años se inicia la etapa de identidad sexual y los niños tratan de imitar a sus papás y las niñas a sus mamás, exagerando enormemente los comportamientos del rol masculino y del femenino respectivamente. Las niñas quieren ser como sus mamás y los niños como sus papás y se identifican con el rol correspondiente fuertemente arraigado en nuestras conductas y costumbres sociales.
A esta edad entran en un mundo donde los estereotipos priman y les dicen como se deben comportar su sexo y buscan normas bien definidas, rechazan el contacto de sexo contrario porque tienen que afianzar su propia identidad.´
Es cuando se empiezan a marcar los roles de género y `por eso, en nuestra cultura, el “rol masculino” se asocia a ser el más fuerte, el más valiente, el más impetuoso, al poder y la competitividad en toda acción.
El “rol femenino” implica la dedicación al cuidado de los demás, como son los quehaceres domésticos y profesiones como los médicos, profesoras o peluqueras. También destacan en actividades que desarrollan la motricidad fina y les gusta prestar mayor atención en el aprendizaje.
Con 7 años viven una etapa extremista en la que afianzan todo lo aprendido sobre la diferencia de sexos, siguen rechazando el sexo contrario, aceptan los roles de género y buscan un lugar en un grupo de amigos de mismo sexo.
En la adolescencia comienzan a interesarse por el otro sexo, juegan juntos y comienza el coqueteo propio de cada edad en la que su cuerpo vive grandes cambios hormonales.
Aunque la sociedad está cambiando a marchas aceleradas y hay una gran diversidad de modelos familiares, todavía influye mucho lo que consideramos “masculino” y “femenino” y esto lo perciben los niños desde que nacen.
Los diferentes sexos tienen diferentes necesidades y, por lo general, los niños tienen una mayor energía que tienen que dar salida y prefieren los juegos de movimiento y los juguetes como los transportes que lo requieren. Se mueven más y no dudan en resolver sus diferencias con los compañeros a puñetazos, son menos emocionales y más racionales. Su círculo de amistades es más amplio, tienen un fuerte sentimiento de pertenencia a la pandilla.
Las niñas tienden a relacionarse más en grupos pequeños, con dos o tres amigas íntimas. La agresividad la expresan más con el lenguaje y el rechazo.
Los niños aventajan en motricidad gruesa y en el equilibrio y suelen ser más audaces e impulsivos así como competitivos.