Respuestas
Respuesta:
Dicen que basta escuchar ciertos modismos para identificar a un mendocino. Es que el habla mendocina es tan característica como inconfundible: sus palabras y expresiones tan particulares hacen que esta provincia tenga una riqueza lingüística diferente a todas las demás.
Si bien el habla en Mendoza se ha visto mayormente influenciada por el español rioplatense, ésta también se tiñó de palabras aborígenes y adoptó parte del léxico de su país vecino, Chile.
itMendoza presenta a continuación algunos de los modismos mendocinos más simpáticos y distintivos de la región ─recolectadas por el escritor Carlos Rogé─ que toda persona que vive o ha vivido en Mendoza conoce.
“Diccionario” de modismos mendocinos
En cuanto a palabras de uso diario, el mendocino ha sabido crear su propio “diccionario”. En su libro “Color, sabor y picardía en la cultura: los regionalismos de Mendoza”, Rogé detalla algunas de las palabras más usadas:
Topar: acción para indicar dónde termina una calle o camino, generalmente utilizada para dar instrucciones. “Seguí derecho por esta calle hasta donde topa y ahí doblás a la izquierda”.
Pando: adjetivo para referirse al agua e indicar poca profundidad. “Quedate en la parte panda del río”.
Choco: sustantivo para referirse a un perro. “¿Le diste de comer a los chocos?”.
A peteco: manera de cargar a una persona en la espalda, hombros o caderas. “¿Papi, me llevás a peteco?”.
Sopaipilla: torta frita hecha a base de harina, cocinada en aceite o grasa de animal y espolvoreada con azúcar
Explicación: