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Respuesta:Los países miembros de la Unión de Naciones del Sur (UNASUR) se acaban de reunir en su Sede de Quito (Ecuador), pese a la devastación, luto y dolor que nuestros hermanos de esa tierra están padeciendo por la saña de la naturaleza que responde al maltrato que todos les causamos a la madre tierra.
Cancilleres de Unasur suman esfuerzos para ayudar a víctimas del terremoto en Ecuador.
Contra viento y marea, la UNASUR tuvo su cumbre en medio de las adversidades que fuerzan por su destrucción y la restauración del viejito orden colonialista al servicio de los intereses del gobierno estadounidense y de la mayoría de su pueblo sumergido en la creencia de que el mundo les pertenece.
Esta Cumbre de la UNASUR en nada se parece a las de la Organización de Estados Americanos (OEA), organismo prostituido por su servilismo al imperio estadounidense, desde donde han adocenado a los pueblos y han justificado la imposición arbitraria y genocidios cometidos por el gobierno de los Estados Unidos de Norteamérica, cuyo cretinismo imperial le ha llevado a creerse que sólo ellos son América, sin darle concesión alguna a su colonia o patio trasero, Canadá.
El caso es que estamos en una encrucijada histórica en la que ha emergido el nuevo mundo multicéntrico y pluripolar, cuyos efectos en los países emancipados, progresistas y revolucionarios, se han hecho sentir, razón por cual los intereses hegemónicos del viejo modelo decadente y parasitario fuerzan por el derrocamiento de los gobiernos como: el de Dilma Rousseff, a la que aplican el impeachment para salir de ella y de Luiz Inácio Lula Da Silva, no por corrupción, sino por darle soberanía al Pueblo; el de Nicolás Maduro al que han sometido junto con el Pueblo a una bestial guerra económica y violencia dirigida directamente por EEUU, para liquidar todo rastro del legado del Comandante Hugo Chávez, al que no pudieron derrotar aún asesinándolo con el cáncer inducido por el escolta y su esposa, la enfermera, a quienes la CIA convirtió en millonarios y los protege en territorio estadounidense; el de Cristina de Fernández a la que ahora quieren encochinar, no sea que en cualquier momento Mauricio Macri abandone el gobierno cargando con lo que queda de lo que le entregó el Fondo Monetario Internacional (FMI) por hipotecar a los argentinos; el de Evo Morales en Bolivia, a quien la guerra sucia y la cultura alienada del imperialismo sacaron del juego político con elegancia y a quien le deparan ataques arteros apenas esté culminando su período gubernamental, para entorpecer la continuidad del gobierno progresista y en beneficio de los indígenas con García Linera; el de Tabaré Vásquez en Uruguay, al que las presiones, chantajes y cerco económico, aspiran liquidar para que la derecha retorne al poder y; así una seguidilla de países cuyos gobernantes no se arrodillan, ni ponen como bases militares de EEUU, a sus territorios, cual colonias.
Ante este panorama, a la UNASUR le urgen retos inmediatos, en los que están en mora y de los que, ahora, depende su fracaso y sepultura o su consolidación, entre los que cuentan:
1. Creación y activación del Banco de Sur, inmediatamente, además de activar el Sucre como moneda común, con políticas de intercambio atractivas para nuestros países.
2. Articular mecanismos inmediatos de relacionamiento con los BRICS, los países africanos, árabes y asiáticos, con acuerdos de intercambios y transferencias en diversos órdenes.
3. Contribuir en la Agenda Energética, no solo de los precios del petróleo, sino también, de mecanismos de apoyo a las soberanías nacionales contra el chantaje y manipulación energética de EEUU, tomando como eje de articulación y realización concreta a PetroCaribe.
4. Establecer y ejecutar una política educativa para el impulso y desarrollo del nuevo mundo multicéntrico y pluripolar, que libere a nuestras universidades actuales del viejo modelo que reproduce ideología burguesa al servicio del Estado burgués y con fuerza de trabajo medianamente calificada al servicio de la acumulación de riqueza de unos pocos, en donde se ha impuesto la ignorancia aprendida para dominarnos.
5. Crear una fuerza militar multinacional de la UNASUR, no para invadir, ni causar genocidio, sino para enfrentar todo tipo de agresión imperial, como fuerzas armadas de paz antiimperialistas y anticolonialistas.
6. Atender y enfrentar, con medidas concretas, todos los intentos de derrocamiento y boicot de nuestras democracias y contra las soberanías nacionales de nuestros pueblos en la región.