Respuestas
A pesar de saber que el cigarrillo perjudica la salud, aunque desconozcan can a fondo sus efectos, muchas personas pasan por alto este hecho y se inician en el consumo o padecen de tabaquismo. Es inevitable preguntar por qué se fuma. Esta pregunta queda contestada con las cinco “les”:
• Imitación. En la imitación influyen el ambiente familiar (padres o hermanos fumadores), escolar (compañeros o docentes) y social (la sociedad en general).
• Incitación. Esta es provocada por la publicidad en todos los medios de comunicación (diarios, revistas, radio, televisión, cine, etc.). En ellos se vinculan situaciones deseables (juventud, belleza, prestigio, éxito, fama, etc.) con la adicción al tabaco. El mensaje y su reiteración despiertan el interés, la inquietud, y provocan, en muchos casos, la respuesta esperada… que no es la deseable para la salud.
• Indiferencia. Sobre todo de las autoridades públicas que, ante la amenaza que el consumo de tabaco implica para la salud de la población, no reaccionan legislando con la fuerza necesaria ni obran en consecuencia. También de ciertos medios de comunicación, que atienden los intereses económicos sobre el peligro que esto acarrea.
• Ignorancia. De los que fuman sin conocer las graves consecuencias para su salud.
• Irresponsabilidad. De todos los que fuman desatendiendo el daño que producen en su organismo y en el de sus semejantes. (Fuente: BIOLOGÍA Activa del Polimodal)
La nicotina es el alcaloide responsable de la adicción que produce y, asimismo, de que en los primeros cigarrillos el fumador llegue a sentir nauseas, y vértigos y dolores de cabeza. Estas sensaciones. desagradables pasan pronto y se ven sustituidas por otras que pueden ir desde una ligera estimulación, hasta vagas sensaciones relajantes, según las situaciones.
La mayoría de los fumadores se inician muy pronto, casi en la adolescencia y generalmente como una forma de imitar a los mayores. El influjo de la publicidad es muy fuerte: el triunfador siempre fuma, tabaco americano preferentemente, a la vez que degusta su marca de güisqui favorita. Luego, con los años, llega la tos mañanera, la bronquitis crónica, el no poder dejarlo, y si hay mala suerte, el cáncer.