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Respuesta: habia una vez un hombre muy engreido que hacia muy buenas pinturas y siempre buscaba la oportunidad de presumirlas y ganar dinero con ellas, incluso mentia sobre sus precios pero un dia vio a un hombre muy pobre en la calle sacando una tela para pintar que habia echo el mismo, tenia unas pinturas y pinceles baratos y a su costado habia un cartel que decia ''se venden pinturas'', el hombre engreido se empezo a reir de el y le dijo que nadie querria sus horribles pinturas pero entonces el hombre pobre le dijo ''no puedes reirte de alguien solo por su apariencia'', el hombre engreido se rio aun mas y dijo ''te demostrare que soy mejor que tu'', entonces trajo sus mejores pinceles, pintura y una tela y empezaron a pintar. cada uno pinto lo que quizo. el hombre engreido se pinto a si mismo lleno de plata y oro, pero su nariz estaba un poco distinta a la suya y habian unos pequeños errores, pero lo peor de todo es que su pintura no transmitia nada, era el tipo de pintura que ni siquiera mirarias 2 segundos, en cambio, el hombre pobre pinto todo el paisaje enfrente suyo, lleno de detalles y texturas, era muchisimo mas colorida, llena de luz y pasion, si lo veias te llenabas de dicha y deleite. el hombre engreido se veia de lo mas avergonzado, ya que el tenia de todo, muchos tipos de pinceles, pinturas de las mejores calidades, y el hombre pobre solo tenia su tela echa a mano, unas pinturas baratas, un pincel y su mano. Al final el hombre pobre regalo su pintura a una persona cualquiera y se fue. Este es un ejemplo de que no puedes juzgar a nadie por su apariencia y tenerle respeto a todos los de tu alrededor.