Respuestas
En lineas generales, la pintura ha presentado a lo largo de la historia una serie de lenguajes
reconocibles y diferenciables entre los que podemos señalar el expresionismo, ya no sólo como el
movimiento historico que fue, sino, desde un enfoque amplio y plural, como un estilo de estilos y como
una actitud concreta en la pintura. En este sentido, se podría hacer referencia a D.A. Dondis, que
clasifica el arte en 5 grandes categorías señalando al expresionismo como una categoría estilística
general [Dondis, 1976: 157], o más recientemente, a Omar Pascual, que señala 4 grandes caminos2
,
tendencias o lenguajes presentes en la pintura actual, entre los que destaca la vía expresionista. Expresionismo es un concepto complejo, un lenguaje difícil de definir. Sin embargo, no por ello se trata de una amalgama en la que cabe toda manifestación pictórica que pretenda hacerse notar acentuando la expresividad hasta el extremo, sino de una serie de actitudes tanto formales como intelectuales que, aunque son diversas, aportan un sello distintivo conformando un lenguaje concreto pero amplio. De una revisión histórica se puede extraer que cuando el pintor expresa una emoción que lleva implícita una necesidad interior -intelectual, mística o, en general, una visión cargada de drama o espíritu pasional-, entonces algunos historiadores y críticos han hablado de lenguaje expresionista, sin limitaciones temporales. Expresión de libertad y sentimiento romántico son elementos de este lenguaje. Estas características, normalmente asociadas a la cultura alemana o nórdica en general, se extienden más allá de sus fronteras, ya que se trata del perfil de un tipo de pintor, si bien existen diferencias evidentes entre las culturas del norte, introspectiva, y la del sur, por general, opuesta. Lo que en el Romanticismo despuntó plásticamente de forma suave y modesta se llevó al extremo con el Neoexpresionismo y su pintura salvaje. Este perfil es un rasgo atemporal que también reencontramos en la obra de muchos pintores del nuevo milenio. No sólo se trata del testimonio cultural de un
momento histórico, sino de una categoría estilística.