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Respuesta:
Todos los pacientes pueden pedir el alta voluntaria, por tratarse de un derecho que afecta a su integridad física y moral, “porque no pueden imponerle una asistencia médica en contra de su voluntad”, señala Ramón Prieto, secretario de la asociación El Defensor del Paciente.
Respuesta:
El alta voluntaria de un paciente es un acto legítimo que en la mayoría de los casos no presenta mayor problema. Pero en ocasiones la voluntad del paciente no coincide con la del médico, quien se muestra contrario a dar el alta por considerar no finalizado el tratamiento, entre otras circunstancias.
El paciente tiene derecho a que se gestione su alta voluntaria por tratarse de un derecho que afecta a su integridad física y moral, no pudiendo imponerse una asistencia médica en contra de su voluntad.