Respuestas
Respuesta:
impulsar las discusiones de las primeras semanas, por lo que
fue entendido desde algunas mayorías como un irresponsable
impulso mediático o una falta de prudencia intelectual. A la par,
pareciera ser evidente cómo las opiniones sobre la transformación
de nuestras ciudadanías hacia un tipo de vida más solidaria,
generosa y colaborativa han ido menguando. Y cómo, con relativa
frecuencia, se reafirman opiniones pesimistas, tanto por los
presagios sobre las condiciones materiales de vida de las gentes
(que para muchísimos indudablemente empeorarán), como por la
prevalencia de ciudadanías acríticas e indolentes.
Lo que nos deja, aparentemente, con un mismo mundo, en todo
caso más desigual, en el que las disciplinas y recetas predominantes,
con sus respectivas técnicas, darán forma a pequeños nuevos hábitos
y tecnologías que deberemos aceptar.
Este libro pretende seguir las preocupaciones de los primeros
ejercicios de reflexión sobre la pandemia. Nos hemos propuesto
estimular un debate público, que sea informado y original,
sobre la experiencia actual, dotándolo de ideas, argumentos y
algunas problematizaciones poco divulgadas. Porque creemos
en la necesidad de exponer dilemas y problematizar realidades
que, desde diferentes disciplinas y sensibilidades, permitan
comprender el profundo y complejo impacto que esta pandemia
tiene y podrá tener sobre las condiciones materiales, pero también
subjetivas, de muchas y muy diferentes personas a lo largo de
nuestras sociedades.
Y porque creemos también, dicho lo anterior, en la necesidad de
ayudar a crear −e insistir sobre− nuevas visiones del mundo actual,
siempre críticas, nunca ingenuas, pero necesarias y posibles.1
Explicación:
ya crak