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Respuesta:
Los sueños - y todas las fascinantes posibilidades derivadas de la consideración humana de los sueños - han nutrido y, casi podría decirse, incluso constituido la historia humana. Como fuente de asombro, de (auto) conocimiento y práctica espiritual y curativa, los sueños siempre comienzan con la caída de la conciencia vigilante - durante la noche cuando dormimos - y terminan en la mañana, con un aparente cambio de guardia.
La ausencia de vigilancia del ego, o como queramos llamarlo, la “observación participante” que experimentamos en los sueños, no deja de tener consecuencias en la mañana cuando intentamos recordar dónde hemos estado y qué hemos visto.
El poeta Mark Strand (que también nos ha mostrado las implicaciones cósmicas de la creatividad) ha captado precisamente ese sentimiento de extrañeza, de no saber si nosotros o alguien más ha soñado nuestros sueños. Nos conduce punto por punto a través de una transición que comienza con intentar recordar un sueño y termina, día tras día, intentando volver a recordar la historia.
Sueños
Tratando de recordar la trama
Y personajes que soñamos
Como era la vida
Antes de que llegara la mañana
Rara vez estamos satisfechos
Y aún entonces
No hay forma de saber
Si lo que sabemos es verdad.
Algo sin nombre
Nos hace dormir
Se retira y nos deja en
Un lugar que parece
Siempre vagamente familiar.
Tal vez sea porque
Tomamos los apoyos
Y accesorios de nuestros días
Con nosotros en la oscuridad
Asegurándonos a nosotros mismos
Todavía estamos vivos. Y todavía
Nada aquí es seguro;
Los paisajes se fusionan
El uno con el otro, casas
Nunca están donde deberían estar
Puertas y ventanas
A veces se abre
A otras puertas y ventanas,
Incluso la persona
¿Quién se parece más a nosotros?
No se puede contar con
Porque ha habido
Demasiadas veces cuando él,
Como todo lo demás, ha hecho
Lo inesperado.
Y a medida que avanza la noche
La tenue alegoría de nosotros mismos
Se despliega, y nosotros
Siéntete soñado por otra persona
Una contraparte dormida
Quien se reúne en
La oscuridad de su persona
Sombras del mundo real.
Nada está claro;
Nunca estamos seguros
Si la vida que vivimos ahí
Nos pertenece.
Cada noche es igual;
Justo cuando estamos al borde
De darme cuenta
Un sentido de nuestra lejanía
Se cierra y el mundo
Tan últimamente visto
Poco a poco desaparece de la vista.
Nos despertamos para encontrar al durmiente
Somos nosotros mismos
Y el soñado es alguien que lo hizo
Algo que no podemos poner del todo
Nuestro dedo en
Pero que implicó una vida
Siempre estamos, sentimos
A punto de descubrir.
Explicación: