Respuestas
Respuesta:
somos un pais lleno de incompetentes, y queremos un pais desarrollado pero nosotros no cambiamos nuestros ideales
Explicación:
Respuesta:I
María de Ibarrola es investigadora del Departamento de Investigaciones Educativas del CINVESTAV.
¿QUÉ CLASE DE PAÍS QUEREMOS
Y QUÉ CLASE DE EDUCACIÓN PARA ESE PAÍS?
MARÍA DE IBARROLA NICOLÍN
niciaré esta presentación con una felicitación al INEE por haber aceptado el desafío de dar a conocer los resultados que alcanzaron los jóvenes
mexicanos en el examen de la OCDE y preferir tener esa información, por
más negativa que parezca, para usarla para mejorar el sistema educativo
nacional.
Creo que también merece una felicitación por el trabajo técnico adicional que le permitió incorporar en el estudio una muestra de 30 mil
jóvenes, con la finalidad de hacer extensivos los resultados de la prueba a
las entidades de la República y a las modalidades educativas en la que
están los jóvenes de 15 años. También es importante reconocer la responsabilidad y la eficiencia institucionales demostradas al dar a conocer los
resultados con toda oportunidad, informar sobre los límites y posibilidades de los resultados, posicionarse claramente en contra de interpretaciones simplistas y hacer todo este trabajo de difusión y de comentarios de
los resultados. Todo lo anterior unido a la administración de las pruebas
nacionales. Ojalá nuestras instituciones educativas tuvieran todas este nivel de responsabilidad y de compromiso.
Los comentarios a los resultados del PISA 2003 quisiera hacerlos en tres
sentidos: sobre las pruebas mismas, ¿qué esperamos de ellas?; sobre la responsabilidad en cuanto a los resultados, que parece ser el tema de interés
sobre todo para los medios: ¿quién es el culpable?; y, sobre los efectos del
conocimiento de estos resultados en la política educativa mexicana, ¿qué
medidas tomar?
En relación con las pruebas del PISA quisiera señalar que confío en la
validez técnica y la rigurosidad de las mismas así como en los procedi-mientos para elaborarlas pero, obviamente, tienen los límites propios de
toda prueba estandarizada y hay toda un descripción de cuáles son sus
alances y posibilidades. Son un instrumento, un indicador que nos está
diciendo, a lo mejor, que nuestros niveles de energía cognitiva para enfrentar el futuro no son los que tienen otros países, pero nada más. No nos
dicen mucho más, tenemos que hacer un enorme trabajo para encontrar
las causas, explicar la naturaleza de los fenómenos, conocer nuestras prioridades, expectativas y perspectivas.
Las pruebas miden habilidades para la vida en estudiantes de 15 años y
nos indican que los jóvenes mexicanos no están preparados para aplicar
los conocimientos adquiridos en la escuela y en otros procesos de formación en la vida diaria, para adaptarse con éxito a un mundo cambiante y
para desenvolverse en la sociedad del mañana, la sociedad del conocimiento
–o del no conocimiento– que espera México en el futuro inmediato. Es
aquí donde tenemos todavía discrepancias muy grandes como país, no sabemos cómo estamos entrando a la sociedad del conocimiento y quiénes y
cómo lo están haciendo.
Resultan abrumadores varios resultados a pesar de los enormes esfuerzos realizados a todo lo largo del siglo XX para alcanzar cada vez mayor y
mejor formación de nuestros jóvenes:
Explicación: