Respuestas
Respuesta:
De otro lado, en fin, los hombres se persuaden por el
discurso, cuando les mostramos la verdad, o lo que parece
serlo, a partir de lo que es convincente en cada caso.
Aristóteles, Retórica, 1356a20-22.
Ahora bien, puesto que la Retórica tiene por objeto formar
un juicio, resulta así necesario atender, a los efectos del
discurso, no sólo a que sea demostrativo y digno de crédito,
sino también a cómo ha de presentarse uno mismo, y a cómo
inclinará a su favor al que juzga.
Aristóteles, Retórica, 1377b20-24.
El honor alimenta las artes, y la gloria inflama a todos al
cultivo de las mismas.
Cicerón, Disputaciones Tusculanas, 1,4.
De modo que quienes desean la gloria, es necesario que se
afanen ante todo en el cultivo de la virtud, y que a menudo
desdeñen los aciagos e infundados murmullos del vulgo.
Juan Ginés de Sepúlveda, Gonzalo, 29.1.