• Asignatura: Geografía
  • Autor: espinolamichael43
  • hace 2 años

¿Pudo lograr sus deseos? ¿Por qué?
Si fueras la lechera, ¿qué sueños o deseos tendrias? por qué?​


AMATAYAKUL: Un día, su madre le dijo:
AMATAYAKUL: – Hija mía, esta mañana las vacas han dado mucha leche y yo no me encuentro muy bien. Tengo fiebre y no me apetece salir de casa. Ya eres mayorcita, así que hoy irás tú a vender la leche al mercado ¿Crees que podrás hacerlo?
AMATAYAKUL: La niña, que era muy servicial y responsable, contestó a su mamá:

– Claro, mamita, yo iré para que tú descanses.
AMATAYAKUL: La buena mujer, viendo que su hija era tan dispuesta, le dio un beso en la mejilla y le prometió que todo el dinero que recaudara sería para ella.¡Qué contenta se puso! Cogió el cántaro lleno de leche recién ordeñada y salió de la granja tomando el camino más corto hacia el pueblo.Iba a paso ligero y su mente no dejaba de trabajar. No hacía más que darle vueltas a cómo invertiría las monedas que iba a conseguir con la venta de la leche.
AMATAYAKUL: – ¡Ya sé lo que haré! – se decía a sí misma – Con las monedas que me den por la leche, voy a comprar una docena de huevos; los llevaré a la granja, mis gallinas los incubarán, y cuando nazcan los doce pollitos, los cambiaré por un hermoso lechón.
AMATAYAKUL: Una vez criado será un cerdo enorme. Entonces regresaré al mercado y lo cambiaré por una ternera que cuando crezca me dará mucha leche a diario que podré vender a cambio de un montón de dinero. La niña estaba absorta en sus pensamientos. Tal y como lo estaba planeando, la leche que llevaba en el cántaro le permitiría hacerse rica y vivir cómodamente toda la vida.
AMATAYAKUL: Tan ensimismada iba que se despistó y no se dio cuenta que había una piedra en medio del camino. Tropezó y ¡zas! … La pobre niña cayó de bruces contra el suelo. Sólo se hizo unos rasguños en las rodillas pero su cántaro voló por el aire y se rompió en mil pedazos. La leche se desparramó por todas partes y sus sueños se volatilizaron. Ya no había leche que vender y por tanto, todo había terminado.
AMATAYAKUL: – ¡Qué desgracia! Adiós a mis huevos, mis pollitos, mi lechón y mi ternero – se lamentaba la niña entre lágrimas – Eso me pasa por ser ambiciosa.
AMATAYAKUL: Con amargura, recogió los pedacitos del cántaro y regresó junto a su familia, reflexionando sobre lo que había sucedido.
AMATAYAKUL: Moraleja: a veces la ambición nos hace olvidar que lo importante es vivir y disfrutar el presente

Respuestas

Respuesta dada por: geraldineng3
2

Respuesta:

Perdón ¿hay algo antes de eso? Es que no entiendo, para poder ayudarte.


geraldineng3: Aquí pondré, puedes poner que comprarías Medicina para la mamá y así trabajar juntas
geraldineng3: O tal vez que comprarías comida para ella, pero poniendo atención al camino.
geraldineng3: Espero ayudarte
Preguntas similares