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La historia se desarrolla a lo largo de una semana, en la que los alumnos sometidos al experimento de su profesor (quien se alza como líder de todos ellos), van cambiando poco a poco, y uniendo sus mentes en una sola. Esta rapidez en los acontecimientos sirve para enfatizar el hecho de lo fácil que sería volver a caer en dramáticos errores pasados. Gansel no se anda con florituras ni metáforas inútiles, al fin y al cabo la historia ya tiene el suficiente potencial por sí sola. Incluso el director carga un poco las tintas al “recordarnos” que estos alumnos alemanes rechazan el nazismo por razones históricas. No se han parado a reflexionar, no lo han vivido en sus propias carnes. Les parece horrible porque todo el mundo lo considera horrible. Un dato a tener en cuenta en su posterior lavado de cerebro. Si odian el nazismo porque se lo han dicho, pueden abrazarlo por la misma razón. Para mí es el apunte más atrevido de la película. Convincente, terrorífico, real como la vida misma.
Dos o tres voces discordantes con el resto suponen el verdadero conflicto a lo que está a punto de nacer. Es evidente que el espectador se pondrá de parte de ellos, y tal vez el film entre en caminos más previsibles en su tramo final. Tampoco evita algunos efectismos, como toda la secuencia final en la que aparecen todos los personajes del relato. Aún así, Gansel nos ha metido en una historia impecablemente filmada, con un ritmo muy adecuado y sobre todo, unas interpretaciones más que decentes. Jürgen Vogel da vida al profesor que enseña autocracia, aunque su deseo era enseñar anarquía (una de las razones por las que somete a sus alumnos al citado experimento). Su impotencia se va convirtiendo en seguridad absoluta de sus acciones, y es el único personaje imprevisible. Max Riemelt, que ya trabajó en Gansel en ‘Napola’, tiene un personaje parecido al de aquella película, hasta se podría decir que su cometido es exactamente el mismo. Los dos actores encabezan un reparto poco conocido en estos lares.
‘La ola’ no es un film perfecto. En su rápido interés por resultar didáctica, se olvida de elementos como los padres (absolutamente necesarios en un film de estas características) o tal vez los obvia intencionadamente. El personaje del chico más entregado a la causa camina por derroteros algo maniqueos, y su final es de lo más previsible (sí, ocurrió en la vida real, pero eso no significa que en una película funcione). No obstante, y a pesar de todo esto, Gansel llega más lejos que en su anterior película. No sólo nos ofrece un producto cinematográfico de calidad (técnicamente es irreprochable), sino que además logra que lleguemos a plantearnos ciertas cosas a nivel educativo, y que incluso nos preocupemos por ello. La sinceridad de su puesta en escena, cuidada y nada artificiosa, nos entra por los ojos llegando hasta nuestra conciencia para recordarnos que no podemos, ni debemos, olvidar. ¿Cuántas películas son capaces de conseguir eso en la actualidad?