Respuestas
Respuesta:La nueva Política del Gran Garrote y la Diplomacia de las Cañoneras
En 1901 el presidente de Estados Unidos, Theodore Roosevelt, inició una época de las relaciones diplomáticas e internacionales de Estados Unidos, que se conoció como la Política del Gran Garrote, The Big Stick.
Fue la forma como atendió sus relaciones políticas, tanto internas como externas, pero adquirió dimensión universal esta expresión, por el papel de gendarme que Estados Unidos desarrolló a nivel internacional, actuando violentamente, presionando fuertemente, interviniendo en asuntos internos de otros países, y ejerciendo ocupaciones militares, cuando no provocando guerras y conflictos políticos militares internos que le justificaran actuar e intervenir por la fuerza.
En América Latina esta frase fue más que una expresión verbal. En el Caribe fue de aplicación constante derrocando gobiernos, imponiendo gobernantes, interviniendo países, ocupando militarmente países, justificando tales intervenciones en las amenazas que sufrían empresas norteamericanas o los llamados “intereses” norteamericanos, o hasta para justificarse el pago de deudas a Estados Unidos, con lo cual sus intervenciones le ofrecían la posibilidad de controlar aduanas, como sucedió, para garantizarse el pago de sus deudas.
La Política del Gran Garrote, que se dio en el desarrollo de la época del imperialismo a escala mundial, a inicios del siglo XX fue también la justificación, por parte de Estados Unidos, de la intervención directa en asuntos internos de los países que considerara que debería intervenir, fue la consagración de un Derecho que estableció de intervención si estimaba que sus intereses estaban amenazados.
El presidente Roosevelt justificaba su intervencionismo en otros países sobre las consideraciones de injusticias crónicas, actuación ineficaz, sentido de inconveniencia en materias sociales y políticas, relajamiento de reglas, relajamiento de lo que consideraba la sociedad civilizada, discapacidad de gobiernos para resolver asuntos internos, lo que podía obligar a Estados Unidos, aunque fuera en contra de sus deseos, a actuar “con el poder de un policía internacional”. Así, con su intervencionismo se tendía a proteger intereses económicos y productivos de empresas norteamericanas, y a los ciudadanos norteamericanos radicados, en esos países que intervenían, todo con el propósito de “restablecer el orden”, eliminando líderes, caudillos o presidentes locales e imponiendo otros bajo su servicio, su lacayato y servidumbre política. El Gran Garrote era la etapa final de su política de presión, cuando se intervenía militarmente.
En cierta forma fue la Política del Gran Garrote continuidad de la política que derivó del presidente Monroe, a principios del siglo XIX, cuando declaró América para los americanos, previendo posibles intervenciones europeas en el continente, lo que se popularizó como América para los estadounidenses o norteamericanos.
En los inicios del imperialismo, 1890-1910, los intereses por la explotación de las materias primas estratégicas, para la gran industria mundial y estadounidense, provocó por parte de Estados Unidos afirmar su hegemonía e influencia geopolítica en el continente.
La Política del Gran Garrote empezó a materializarse, frente al bloqueo naval que le hicieran las potencias europeas a Venezuela en 1902-1903, en las primeras acciones intervencionistas norteamericanas en el continente, antes de la Primera Guerra Mundial y después de ella.
Así se dieron los movimientos de separación de Panamá de Colombia, apoyados por Estados Unidos, con la intención de que se independizara Panamá para apropiarse del Canal, como lo hizo con el Tratado que le dio el control de la franja canalera, con motivo de la construcción del Canal por parte de intereses y empresas norteamericanas.
Explicación: