• Asignatura: Castellano
  • Autor: alexanderbusbuni
  • hace 2 años

quien era teo de kóoch?​

Respuestas

Respuesta dada por: fannumero1
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Respuesta:

era el Dios Kóoch (en Idioma tehuelche), es la deidad creadora primigenia en la mitología de las creencias tehuelches.

Explicación:

Respuesta dada por: gabrielanicolevaldac
2

Respuesta:

Antes solo estaba Kóoch que, al sentirse solo, lloró y suspiró para comenzar a crear el mundo.

A cada pueblo el origen del mundo se le revela de una manera distinta. En este caso, los tehuelches tienen su propia teoría y se remonta a cuando todo era oscuridad y solo existía Kóoch, creador de todo.

Él era autosuficiente, pero un día se sintió demasiado solo... y lloró. Lloró sin parar, no se sabe durante cuánto tiempo, pero con su llanto se formó el mar –Arrok–, inmenso y eterno que se pierde en el horizonte. Cansado del llanto y consciente de que las aguas comenzaron a rodearlo, suspiró fuerte, y dio origen a Xoshem, el viento.

Pero todo seguía estando oscuro y Kóoch no podía ver bien su obra, por lo que levantó el brazo y, con su gesto, hizo un enorme tajo en las tinieblas, y con el giro de su mano originó una chispa, y esa chispa se convirtió en Xáleshen, el sol, que se levantó sobre el mar e iluminó ese paisaje magnífico: la inmensa superficie ondulada por el viento, cuyo soplo retorcía cada ola hasta verla deshacerse bajo su tocado de espuma.

Xáleshen también formó las nubes, que empujadas por el viento comenzaron a recorrer los cielos, a veces de manera suave y otras más fuerte, dando origen a los relámpagos.

Kóoch continuó creando el mundo, y del agua hizo emerger una gran islas, para poblarla con animales: aves, insectos y peces. El sol, las nubes y el viento admiraron su obra y cooperaron para que perduren en el tiempo. Por lo que Kóoch, satisfecho con lo realizado, creó lejano en el mar otra tierra que hizo surgir desde las aguas –la Patagonia– y se marchó perdiéndose en el horizonte.

La armonía reinó hasta que nacieron los gigantes, hijos de Tons, la oscuridad. Un día Noshtex, uno de ellos, raptó a la nube Teo para mantenerla prisionera en su caverna y engendrar un hijo. El paradero era incierto y las demás nubes, furiosas, desataron una gran tormenta para hallarla, pero no lo lograron.

El enojo hizo que arrasaran con todo y, tras tres días, el sol quiso enterarse la razón de tanto enojo. Una vez enterado, al perderse por el horizonte, le contó a Kóoch lo sucedido, y este respondió: "Te prometo que, quienquiera que haya raptado a Teo será castigado. Si ella espera un hijo, ese será más poderoso que su padre".

El sol le transmitió las palabras de Kóoch a las nubes y ellas al viento, que esparció la profecía en la isla, incluso en las cavernas de los gigantes.

La advertencia de Kóoch asustó a Noshtex, que advirtió que mataría a Teo y al hijo. Golpeó a la nube salvajemente cuando dormía, la despedazó y arrancó al niño de las entrañas. El gigante iba a devorar a su hijo, pero Ter-Werr, una tuco-tuco que también había escuchado las palabras del viento, logró rescatarlo y esconderlo antes de que Noshtex notara que no estaba.

Como no era seguro el escondite, la tuco-tuco le pidió ayuda al resto de los animales, que decidieron enviarlo a la otra tierra que había creado Kóoch al otro lado del océano por consejo de Kiús, el chorlo, que era el único conocedor de lo que hoy conocemos como la Patagonia. Así comenzó el plan para la fuga de Elal, como llamaron al hijo del Teo y el gigante.

Por un descuido de uno de los animales, Noshtex se enteró del escape y fue a pasos agigantados para evitar la huida. Pero el pecho-colorado logró distraerlo y, en ese interín, un cisne se elevó llevando sobre su lomo a Elal para emprender el vuelo hacia el oeste.

Junto con el cisne fueron las otras aves y por mar fueron las especies marinas. En sus lomos, los animales terrestres también viajaron hacia la otra tierra creada por Kóoch. Tras un largo viaje, el cisne dejó a Elal en la cima del Chaltén.

Explicación:

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