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Entre las diversas consecuencias de la llegada de los españoles al Nuevo Mundo, destaca el hecho de que en uno de esos navíos que conducía a los “pasajeros de Indias” viajara el que sería primer impresor europeo y comerciante de libros, quien —no sin dificultades— lograría fundar su establecimiento y realizar las primeras operaciones económicas en materia bibliográfica.
Giovanni Paoli, de nacionalidad italiana y más conocido como Juan Pablos, fue el primer impresor establecido en México que debió luchar por su existencia para poder cumplir con el objetivo de su largo viaje: obtener de las autoridades el permiso para poder imprimir libros por encargo de su patrón sevillano.
En 1539, luego de casi veinte años de que los españoles consumaron la conquista de Tenochtitlan, Juan Pablos firmó un contrato con su patrón, el sevillano de ascendencia alemana Juan Cromberger, para hacerse cargo de dirigir la sucursal de sus prensas en la Nueva España, llamándose esta primera imprenta mexicana ‘Casa de Juan Cromberger’, nombre que conservó hasta el año de 1548.
La imprenta se ubicaba antiguamente en la Casa de las Campanas —hoy propiedad de la Universidad Autónoma Metropolitana—, situada entre las calles de Licenciado Primo Verdad núm. 10, esquina con la calle de Moneda núm. 8 bis, al costado norte de Palacio Nacional, corazón del Centro Histórico de la ciudad de México.