dos ya no sabían qué hacer para curarle Un día mientras paseaban apenados por el jardín de palacio un anciano de ojos vidriosos y barba blanca se les acercó

– Sé que os preocupa la salud de vuestro padre Creedme cuando os digo que lo único que puede sanarle es el agua de la vida Id a buscarla y que beba de ella si queréis que se recupere

Y dónde podemos conseguirle – preguntaron a la vez

– Siento deciros que es muy difícil de encontrar tanto que hasta ahora nadie ha logrado llegar hasta su paradero

– Ahora mismo iré a buscarla – dijo el hermano mayor pensando que si sanaba a su padre, sería él quien heredaría la corona

Entró en el establo ensilló su caballo y a galope se adentró en el bosque En medio del camino tropezó con un duendecillo que le hizo frenar en seco

– A dónde vas – dijo el extraño ser con voz aflautada

– A ti que te importa El duende se sintió ofendido y le lanzó una maldición que hizo que el camino se desviara hacia las montañas El hijo del rey se desorientó y se quedó atrapado en un desfiladero del que era imposible salir

El hijo menor del rey estaba preocupado por sus hermanos. Los días pasaban ninguno de los dos había regresado y la salud de su padre empeoraba por minutos Sintió que tenía que hacer algo y partió con su caballo a probar fortuna El duende del bosque se cruzó cómo no en su camino

– A dónde vas – le preguntó con cara de curiosidad

Voy en busca del agua de la vida para curar a mi padre el rey aunque lo cierto es que no sé a dónde debo dirigirme

El duende se sintió feliz Al fin le habían tratado con educación y amabilidad Miró a los ojos al joven y percibió que era un hombre de buen corazón

– Yo te ayudaré Conozco el lugar donde puedes encontrar el agua de la vida. Tienes que ir al jardín del castillo encantado porque allí está el manantial que buscas.

– Oh, gracias! Pero… Cómo puedo entrar en el castillo si como dices está encantado

El duende metió la mano en el bolsillo y sacó dos panes y una varita mágica

Ten esto es para ti Cuando llegues a la puerta del castillo da tres golpes de varita sobre la cerradura y se abrirá. Si aparecen dos leones dales el pan y podrás pasar Pero has de darte prisa en coger el agua del manantial pues a las doce de la noche las puertas se cerrarán para siempre y si todavía estás dentro, no podrás salir jamás

A tus hermanos les he dado un buen merecido Se comportaron como unos maleducados y egoístas Espero que hayan aprendido la lección Les condené a quedarse atrapados en las montañas, pero al final me dieron pena y les dejé libre Les encontrarás a pocos kilómetros de aquí pero ándate con ojo ¡No me fio de ellos!

– Eres muy generoso… Gracias amigo Hasta siempre

Reanudó el trayecto y tal y como le había dicho el duende, encontró a sus hermanos vagando por el bosque. Los tres juntos regresaron al castillo Allí se encontraron una escena muy triste su padre rodeado de sirvientes agonizaba en silencio sobre su cama

No había tiempo que perder El hermano pequeño se apresuró a darle el agua de la vida En cuanto la bebió el rey recuperó la alegría y la salud Abrazó a sus hijos y se puso a comer para recuperar fuerzas Ver para creer Hasta parecía que había rejuvenecido unos cuantos años . me ayudan me ponen los signos de puntuacion del 100 puntos y corona

Respuestas

Respuesta dada por: martinezmejiacarlosa
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xd me borraron mi respuesta

Explicación:

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