• Asignatura: Historia
  • Autor: martinagt2008
  • hace 2 años

Es de la mujer ateniense y espartana,necesito 6 diferencias o 5 xfa

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Respuesta dada por: AlexxChannn
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PERDÓN, HICE ALTO TEXTO XDDD

Respuesta:

Las mujeres en la antigua Esparta fueron conocidas por tener más libertad que cualquier otra en la Antigua Grecia. Para los contemporáneos, las mujeres espartanas tuvieron reputación por ser promiscuas y controlar a sus maridos; por el contrario, consideraban que las mujeres atenienses podían tener propiedades y heredar, además de recibir una mejor educación.

Si querés (aunque no creo) poder leer lo de abajo

para estar segura de tener las diferencias.

Explicación:

MUJER ATENIENSE

La mujer ateniense era una eterna menor de edad, que no poseía ni derechos jurídicos ni políticos. Toda su vida, debía permanecer bajo la autoridad de un tutor: primero de su padre, luego de su marido, de su hijo si era viuda o de su más próximo pariente. Como a las mujeres se les prohibía llevar a cabo procedimientos judiciales, el tutor los hacía en su nombre. Este tutor las acompañaba en cada acto jurídico, hablaba por ellas y defendía "sus" intereses. Ningún juez hablaba directamente con las mujeres afectadas. Los litigantes evitan nombrarlas por su nombre personal y se referían a ellas citando a los hombres con los que estaban emparentadas o casadas. Una mujer nombrada directamente por su propia identidad se consideraba generalmente indigna o que había infringido deliberadamente la ley.

(En la sociedad ateniense, el término legal de esposa era conocido como damar, palabra que deriva del significado de la raíz de “someter” o “domesticar”.)

Las mujeres atenienses tenían un limitado derecho a la propiedad y, por lo tanto, no eran consideradas ciudadanas de pleno derecho, ya que la ciudadanía y el derecho a los derechos civiles y políticos se definían en relación con la propiedad y los recursos económicos.

Las mujeres de buena familia tenían como principal papel mantener la casa. Eran confinadas en el gineceo, (literalmente la "habitación de las mujeres"), rodeadas de sus sirvientes.

MUJER ESPARTANA

La mujer espartana disfrutaba de una relativa libertad y autonomía, que les permitía ocuparse de actividades comerciales o literarias, entre otras posibilidades.

Desde niñas recibían una educación parecida a la que recibían los varones, entrenándose en gimnasia, música y deportes; se las alimentaba bien para que tuvieran buena salud y se las preparaba para ocupar un lugar central en la sociedad lacedemonia: el de madres de los espartiatas.

Su formación tenía lugar en las thiasas o "asociaciones" femeninas, donde se establecía una relación entre las jóvenes y sus tutoras parecida a la relación entre los varones y sus pedónomos.

El matrimonio, al que todos los espartanos estaban obligados -por su finalidad estrictamente reproductiva-, estaba altamente ritualizado en esta sociedad. La mujer llegaba a este punto contando 24 o 25 años, edad avanzada si tenemos en cuenta los parámetros de otras sociedades de la antigüedad clásica.

Las mujeres espartanas no podían participar de los órganos de gobierno, ni acceder a cargos públicos, ni intervenir en las reuniones de los hombres, ni en el ejército, pero tampoco estaban obligadas a las labores domésticas, para las cuales contaban con esclavas. Tenían, en cambio, la responsabilidad de concebir y preparar a los hijos hasta los siete años, momento en que la educación pasaba a manos del estado.

Los roles de hombre y mujer eran muy diferentes, pero esos roles eran igualmente valorados: los ideales de valor y entrega varoniles tenían su justo contrapunto y motivación en la inteligencia, fuerza y mérito de las mujeres que los parían y criaban, y por tanto merecían todos los respetos. Hay un momento en la película en que un emisario persa se queja a Leónidas por la intromisión de una mujer (la reina) en su conversación y, cuando Leónidas lo arroja al foso por su insolencia en todos los aspectos, no deja de echarle en cara el haber ofendido a “su reina”, a pesar de que ella misma no había sentido vergüenza y le había respondido adecuadamente: “nosotras las espartanas podemos hablar entre hombres, puesto que somos las que parimos a los verdaderos hombres”. La consideración e igualdad con el varón de que disfrutaban estas ciudadanas no tiene parangón en la Grecia clásica.


AlexxChannn: Ma acabo de dar cuenta de TODO lo que escribí, aunque, si tenés la suficiente conexión para preguntar por acá, deberías buscar por google
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