Respuestas
Respuesta:
Oshta era un niño pequeño que recibe el encargo de su mamá de
quedarse cuidando las ovejas que pastaban en las montañas. Este
pedido le resultó muy difícil de cumplir porque tenía miedo. Su mamá
le dio consejos sobre cómo enfrentar el miedo, el aburrimiento, a un
zorro o incluso a un duende.
Oshta cantó y un zorro que quería comerse las ovejas apareció, pero
con astucia, el niño logró vencerlo. Luego, enfrentó a un puma y
logró engañarlo. Sin embargo, un duende lo convenció de jugar con
él a cambio de piedras preciosas, pero el duende no quería terminar
nunca con el juego y Oshta tuvo que escapar de él. Lo que no sabía
era que mientras jugaba había transcurrido mucho tiempo, cincuenta
y ocho años en la vida de los mortales. Por suerte logró encontrar a
su madre quien lo había estado esperando desde que lo perdió.
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Ruy era un niño débil que no podía salir a jugar con los demás
porque su mamá no lo dejaba y siempre estaba aburrido. Un día se
percató de le existencia de un cuadro donde había una niña con un
papagayo en el hombro. De pronto, la niña y su papagayo salieron
del cuadro y se hicieron amigos de Ruy. Jugaron juntos un par de
tardes y pretendían seguir haciéndolo, pero la madre de Ruy lo
castigó por no estar donde ella le había indicado una de las tardes.
Cuando Ruy pudo regresar al lugar donde estaba el cuadro, la niña
estaba muy triste, pero lo perdonó y lo llevó a su casa (dentro del
cuadro). La madre de Ruy notó la existencia del cuadro, donde
estaba la niña y un muchachito de espaldas. Como no le gustó lo
mandó al depósito.
Explicación: