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Al iniciar la década delos setenta la economía nacional comenzó a tener dificultades como se mencionó sucesivas crisis han afectado a nuestro país, al mismo tiempo la población aumento a más del doble, en estos años mucha gente busco mejorar su situación emigrando a las ciudades. Estos crecieron de manera acelerada; aumentaron los asentamientos irregulares y la demanda de vivienda y servicios públicos. También se agravaron los conflictos sociales característicos de la población.
Históricamente, México se ha caracterizado por marcadas desigualdades sociales y económicas, que se han agravado en las últimas décadas. Según datos del banco mundial en México alrededor del 40% de personas viven en condiciones de pobrezas. Esta situación se refleja en que una gran cantidad de personas tienen limitado acceso a la educación, alimentación, vivienda, salud, empleos bien remunerados y servicios públicos.
Existen también otras expresiones de injusticia social, como la discriminación a los indígenas y a la gente pobre, la aplicación desigual de la ley, el maltrato hacia las mujeres y niños, el desprecio hacia los adultos mayores y a las personas con discapacidades.
Las dificultades económicas y la creciente desigualdad social han motivado diversas manifestaciones de inconformidad durante este periodo en numerosas ocasiones trabajadores, estudiantes, indígenas, profesionistas y ciudadanos han impulsado movimientos de protesta, exigiendo la solución a problemas que afectan a sectores particulares y a la sociedad en su conjunto.
La mayor parte de estos movimientos han tenido carácter pacífico empleando métodos como plantones, marchas, toma de oficinas y paros laborales. Aunque estos provocan molestias en algunos ciudadanos, la libertad de expresarse y manifestarse públicamente es parte de la vida democrática y los derechos constitucionales.
En la década de 1970 el gobierno inicio reformas e inversiones que pasearían las desigualdades y calmaran la inconformidad en diferentes grupos de la sociedad, por medio de amnistías, además de apoyos para la clase trabajadora y la creación de nuevos centros de educación superior.
Aun así, al igual que en las otras etapas de la historia de México, en algunas ocasiones durante este periodo, las protestas políticas tomaron un camino en torno a la rebelión armada. Por ejemplo, después de que el gobierno desmantelo las guerrillas estas todavía se suscitaban en algunas partes del país, además surgieron grupos armados en las principales ciudades del país. Estos grupos estaban integrados por jóvenes,