poema de gilgamesh todo el poema​

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Respuesta dada por: InkSansForever23
7

Respuesta:

Al comienzo del poema, Gilgamesh es el despótico rey de Uruk, cuyos súbditos se quejan a los dioses, cansados de su lujuria desenfrenada, la cual lo lleva a forzar a las mujeres de la ciudad. Los dioses atienden este reclamo creando a Enkidu, un hombre salvaje destinado a enfrentarse a Gilgamesh. Pero cuando ambos entraban en combate, en vez de darse muerte se hacen amigos para siempre y emprenden peligrosas aventuras. Juntos dan muerte al gigante Humbaba y al Toro del Cielo, y Gilgamesh rechaza el amor de la diosa Inanna. Como castigo a estos actos de impiedad, los dioses hacen que Enkidu muera en plena juventud. Impresionado por la desaparición de su amigo, Gilgamesh emprende la búsqueda de la inmortalidad, la cual le lleva hasta los confines del mundo, donde viven el sabio Utnapishtim y su mujer, únicos supervivientes del Diluvio, a los que los dioses concedieron el don que Gilgamesh pretende ahora. Sin embargo, el héroe no alcanza lo que pretende. En el camino de vuelta, encuentra, siguiendo instrucciones de Utnapishtim, una planta que devuelve la juventud a quien la toma; pero una serpiente se la roba y Gilgamesh vuelve a Uruk con las manos vacías, convencido de que la inmortalidad es patrimonio exclusivo de los dioses.

El núcleo sentimental del poema se encuentra en el duelo de Gilgamesh tras la muerte de su amigo. Los críticos consideran que es la primera obra literaria que hace énfasis en la mortalidad humana frente a la inmortalidad de los dioses. El poema incluye una versión del

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Respuesta dada por: luisjuanacanorubiano
9

Respuesta:

«Las lágrimas corren por la cara de Gilgamesh  

(al tiempo que dice):  

-"(Voy a recorrer) un camino  

por el que nunca he andado.  

(Voy a emprender un viaje)  

desconocido para mí.  

[...] Debiera estar contento,  

con el corazón gozoso [...].  

(Si triunfo te haré sentar en) un trono."  

Ellos le trajeron su armadura,  

[...] poderosas espadas,  

el arco y el carcaj,  

y se lo pusieron en sus manos.  

Él cogió las azuelas,  

[...] su temblor,  

(el arco) de Anshan;  

puso la espada en su cinturón.  

Podían comenzar el viaje.  

La plebe se apiñaba cerca de Gilgamesh:  

(-"¿Cuánto tiempo estarás ausente de Uruk?)  

¡Que puedas regresar pronto a la ciudad!"  

Los ancianos le rindieron homenaje  

y le dan consejos sobre el viaje:  

-"No confíes, Gilgamesh, únicamente en tu fuerza;  

marcha con ojo alerta ¡Ten cuidado!  

Que Enkidu vaya delante de ti,  

pues conoce la ruta, ha recorrido el camino  

hasta el desfiladero del bosque de Huwawa.  

El que va delante puede proteger a su compañero.  

Prepara su viaje y sálvate así con su ayuda.  

¡Que Shamash te dé la victoria,  

que tus ojos puedan ver  

lo que tu boca ha anunciado!  

Que ante ti el sendero sea llano,  

que el camino se abra para que puedas pasar  

y que la montaña se abra, también, a tu paso.  

¡Que el dios Lugalbanda  

durante la noche diga la palabra que te alegre!  

¡Que no se aleje de ti, para que tu deseo se cumpla!  

¡Que él restablezca tu fama como la de un joven héroe!  

Después que haya muerto Huwawa, acción en la que te vas a esforzar,  

¡lávate tus pies!  

En tus horas de reposo nocturno, cava un pozo  

para que puedas tener agua pura en tu odre.  

Ofrece en honor de Shamash libaciones de agua fresca.  

¡Que el dios Lugalbanda pueda guardarte tus intenciones!"  

Enkidu abrió la boca y dijo a Gilgamesh:  

-"Ya que has resuelto batirte, ponte en camino.  

Que tu corazón no se asuste; ten confianza en mí.  

Confía y sígueme, pues conozco la morada  

y también los lugares que frecuenta Huwawa".  

[...]  

Cuando los ancianos oyeron estas palabras  

dejaron partir afuera al héroe, a su camino:  

-"Ve, Gilgamesh, ojalá [...]  

¡Ojalá los dioses caminen a tu lado!"».  

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