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El descubrimiento de el campo La Cira-Infantas, ubicado en el corregimiento de El Centro, en Santander, marcó también el ingreso de multinacionales al país, tales como Richmond Petroleum, Gulf, Shell y Texaco. Según el libro de Vasquez, para 1926 se alcanzaron 171 pozos de producción en el país, bajo las nuevas tecnologías que entraron con las empresas.
Precios caen y se inicia a hablar sobre fracking
El buen momento de la industria a finales del Siglo XX y comienzos del XXI dejó grandes ingresos fiscales a la Nación de la mano de Ecopetrol. Sin embargo, fue en la cuarta revolución, en la era de la tecnología y los nuevos negocios, cuando se presentó una grave caída en los precios del petróleo, que bajaron de casi US$110 por barril a US$35. Felipe Bayón, presidente de Ecopetrol, considera que “uno de los grandes hitos de Ecopetrol fue la transformación de la empresa llevada a cabo en los últimos tres años, que le permitió sortear con éxito la caída de los precios entre finales de 2014 y en 2016”.
Los productores le rinden cuentas a un feudal
El inicio de la primera revolución industrial marcó un antes y un después en el sector agrícola colombiano. Antes de llegar a este punto de partida, las gran mayoría de familias colombianas se dedicaban a este negocio. Esa es una de las teorías del libro Configuración y transformación de agro en Colombia, de Daniel Sebastián Ospina, quien explica en su texto que fue hasta la primera revolución industrial cuando a causa de la abolición de la esclavitud y las nuevas tecnologías del proceso productivo, los productores (campesinos) iniciaron a pagarle al feudo por los servicios prestados en los cultivos.
Uno de los hitos más importantes de esta época es que las reformas liberales impulsaron el comercio internacional de los bienes o productos producidos por este sector. Esto provocó, sin duda, “la expansión de la frontera agraria”, dice Ospina.
Nuevos sistemas de riego y fertilización
Si bien los primeros avances se dieron en Europa y Estados Unidos, se implementaron nuevos procesos de fertilización de tierras, y se inició la mecanización de las operaciones. Es decir, la mano de obra no era ya netamente humana, sino también se usaban herramientas como la trilladora, por ejemplo. Según el libro de Ospina, “para la mitad del siglo la porción de tierra privada en el territorio nacional era mínima, pues el Estado poseía 80% de la extensión territorial del país”.
La economía agraria del Siglo XX
El impulso de las exportaciones, las políticas agrarias de los gobiernos de turno y la implementación de nuevas tecnologías de los países europeos, le permitió a Colombia hablar de economía agraria en plena tercera revolución industrial. “El país se enfocó hacia la modernización y la reforma estructural del sector agrícola, a causa de la crisis que toleraba el agro colombiano, pues la productividad era deficiente y persistía el uso inadecuado del suelo”, según el libro Configuración y transformación del agro en Colombia.
La automatización de los cultivos
La era digital, o cuarta revolución industrial, no solo configuró los nuevos negocios, sino también incorporó tipos de tecnologías a los campos agrícolas. Colombia inició a hablar sobre agricultura con Big Data e inteligencia artificial, situación que llevó a los productores a incorporar drones de vigilancia capaces de analizar eventos naturales, enfermedades o plagas para agilizar los procesos y tomar las mejores decisiones.
Otro de los grandes hitos que se ha logrado en esta época es el almacenamiento y procesado de los datos del cultivo. Con las nuevas tecnologías, el país logró cuantificar los cultivos y analizar su rendimiento. Esto le permitió a todo el sector hablar sobre la agricultura 4.0, pues se logró incorporar el Internet de las Cosas, un concepto en el que se centra en reprogramar las máquinas del campo para cambiar la mano de obra.
Se elimina el trueque y se impulsa el comercio
La colonización y la mezcla de culturas en Colombia marcó la eliminación del trueque en el país. Un sistema con el que los indígenas comercializaban sus bienes y productos a cambio de monedas de oro u otros servicios. Sin embargo, con la llegada de la primera revolución industrial, Colombia enfoca su comercio mediante un concepto básico: oferta vs demanda. Es decir, según el libro Breve Historia Económica de Colombia, se tomaron los modelos capitalistas de los países industrializados para utilizar esa misma fórmula en Colombia.
Así, buena parte de la sociedad empezó a migrar a los centros del país con el objetivo de comercializar sus productos o servicios a cambio de monedas y oro. Este fue el inicio del comercio colombiano, que no solo marcó una etapa de transformación, sino también impulsó la urbanización comercial en las ciudades.
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