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Al comienzo del capítulo XXXI de su Historia verdadera de la conquista de la Nueva España, Bernal Díaz del Castillo advierte que “en doce días del mes de marzo de mil quinientos diez y nueve años, llegamos con toda la armada al río de Grijalva, que se dice Tabasco”. Al tercer día de su llegada, el conquistador certifica que “muy de mañana, que fue día de Nuestra Señora de marzo, después de oída misa…fuimos por unas sabanas grandes…y llamabas aquella sabana y pueblo Zintla”. En seguida, Díaz del Castillo relata la primera victoria que los españoles obtuvieron contra las gentes del continente americano, en este caso los mayas chontales de Tabasco, acontecimiento que se conoce generalmente como “batalla de Centla”. Aparentemente, no hay ninguna contradicción en el relato de Bernal Díaz del Castillo, sin embargo, hay que poner un poco más de atención en las dos fechas que nos proporciona el cronista español: por un lado tenemos el 12 de marzo, día de la llegada de los españoles a Tabasco, y por otro el “día de Nuestra Señora de marzo” para la batalla de Centla, es decir la solemnidad de la Anunciación que cae el 25 de marzo, según el santoral católico. Nos damos cuenta de que una de éstas dos fechas tiene que estar equivocada, dado que entre el 12 y el 25 de marzo transcurrieron trece días, eso es diez días más de lo que reporta Díaz del Castillo. Si entre el desembarco en Tabasco y la batalla de Centla pasaron tres días, como lo indica la Historia verdadera de la conquista de la Nueva España, entonces la lógica nos lleva a pensar que existen sólo dos posibilidades mutuamente excluyentes: Los españoles desembarcaron en Tabasco el 12 de marzo y la batalla de Centla tuvo lugar el 15 de marzo. Los españoles desembarcaron en Tabasco el 22 de marzo y la batalla de Centla tuvo lugar el 25 de marzo. ¿Cuál de las dos posibilidades habrá sido la correcta? Sin duda, todos los historiadores que abordaron el tema de la historia de la Conquista de México tropezaron en algún momento con esta dificultad cronológica. José Luis Martínez, autor de estudios rigurosos acerca de la Conquista, optó por la segunda opción, seguramente siguiendo el argumento robusto de que la segunda fecha que ofrece Díaz del Castillo, la fiesta de la Anunciación en la que se llevó a cabo la batalla de Centla, tuvo que ser el 25 de marzo. A demostración de esto, está el hecho de que las huestes españolas presenciaron ese día la misa solemne en honor a la Virgen María, como lo atestiguan varios cronistas. Para cuadrar las cuentas, Martínez tuvo por lo tanto que corregir la primera de las dos fechas proporcionada por Díaz del Castillo (12 de marzo), estableciendo el 22 de marzo como día de la llegada de los españoles a Tabasco. Otra línea de razonamiento, alternativa a la seguida por Martínez, podría consistir en pensar que la diferencia de diez días que existe en las fechas que nos brinda Díaz del Castillo tuviera algo que ver con la reforma gregoriana del calendario juliano, la cual se realizó a partir de 1582 en todos los países católicos sujetos a la autoridad espiritual de la Santa Sede. Como bien lo saben los historiadores del siglo XVI, el papa Gregorio XIII efectuó un arreglo en el anterior calendario juliano (establecido por Julio César en el año 46 a.C.) para que el cálculo de los días en los que debía celebrarse la Pascua (fiesta cristiana instituida desde el año 325 d.C. con el Primer Concilio de Nicea) se ajustaran al equinoccio de primavera, que para finales del siglo XVI se había recorrido de diez días, hasta caer el 11 de marzo en lugar que el 21 de marzo. La reforma consistió, entonces, en añadir diez días al cómputo mensual del calendario juliano, de manera que en Italia, España y Portugal (y posteriormente también en el Nuevo Mundo) al día jueves 4 de octubre de 1582 siguió el día viernes 15 de octubre de 1582 (así que nunca existieron los días 5, 6, 7, 8, 9, 10, 11, 12, 13 y 14 de octubre). ¿Sería entonces posible pensar que, en el calendario juliano en vigor al tiempo de Díaz del Castillo, la solemnidad de la Anunciación se celebraba diez días antes -el 15 de marzo- y que por efecto de la reforma gregoriana, la fiesta se movió al 25 de marzo? ¿Podría esto explicar porqué Díaz del Castillo pusiera las fechas del 12 de marzo para el desembarco en Tabasco y colocará la batalla de Centla tres días después, el 15 de marzo? En realidad, esta hipótesis se revela errónea, dado que la adición de diez días al calendario juliano no afectó las fechas de las fiestas del santoral católico, es decir que la Anunciación siempre cayó el 25 de marzo, nunca el 15 de marzo, tanto en el calendario juliano como en el gregoriano.
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