Respuestas
Respuesta:
Cuando uno se acerca a indagar sobre la ternura, se da cuenta que dicho concepto
es utilizado en muy diversos sentidos y, por tanto, sin una claridad concreta tanto en el
lenguaje común como en el científico. Es más, a lo largo del tiempo se ha empobrecido
su contenido semántico y su empleo fue perdiéndose hasta estos últimos años, en los
que se vuelve a tomar conciencia de la importancia del término, pero sobre todo de la
riqueza de su significación. Hasta hace unos pocos años, dicho concepto prácticamente
había ‘brillado por su ausencia’ en el lenguaje teológico. Sin embargo, actualmente se
presenta como paradigma de evangelización, como respuesta a los desafíos de un
mundo tecno-científico, como horizonte de humanidad y de futuro15. Esta propuesta
surge, por un lado, de la riqueza antropológica que se descubre de dicho contenido
de la ternura y, por otro, de palpar en los mismos escritos bíblicos la realidad de un
Dios de ternura volcado sobre todas sus criaturas
Explicación:
se produce lo que se puede llamar la “eclosión del ser” 25. Por tanto, lo fundamental
en la existencia humana no es la razón, sino el amor26, no es el logos, sino el eros y
el ágape: es el sentimiento, la afectividad y las expresiones que de ellos se derivan -
eros, pasión, ternura, solicitud, compasión, amor-; ya no es el cogito, ergo sum, sino el
sentio, ergo sum, es decir, el pathos está por encima del logos, sin negar que ambos se
complementan en el ser humano27.
Hoy no se puede hablar que exista genuina humanidad, si no hay ternura porque
ésta mide el nivel de humanidad alcanzado por el individuo y la sociedad. De ahí que
algunos autores expresen: “El grado de sensibilidad por los sufrimientos de los demás...
es el índice del grado de humanidad alcanzado… Lo contrario de la humanidad es la
brutalidad, la incapacidad a reconocer la humanidad del prójimo, la incapacidad de ser
sensibles a sus necesidades, a su situación”28.
Finalmente, en lo que respecta a la parte antropológica, hay que puntualizar que la
ternura es ternura porque ofrece una generosidad y una sensibilidad mayor, y además
porque encierra el vigor dentro de sí, lleva consigo la denuncia al desamor manifestado
en la dureza de corazón y en el replegarse sobre sí; el hecho mismo de la ternura es
una denuncia de lo que no debe ser, es un aguijón en el mundo de la inhumanidad,
razón por la cual, está siempre sometida a prueba, pues sabe que debe cargar con la
incomprensión y el rechazo. “La ternura es el exceso [sobreabundancia] del amor, la
respuesta que el amor ofrece cuando se ve desafiado”2