• Asignatura: Filosofía
  • Autor: rllanos804
  • hace 2 años

final del cuento el collar
doy Coronita ​

Respuestas

Respuesta dada por: vanessanunez866
0

Respuesta:

nose no entiendo perdón

Respuesta dada por: andromedaa545
3
Después de tantos años, Loisel fue a visitar a Madame Forestier, y a tomar un café en su casa. Paso un rato y Madame Loisel vio una foto de su amiga con el collar, pero se dio cuenta de que en la fotografía, el diamante era verde, y no rojo como lo había comprado.

-Que cambiada estás Loisel.
-Sí, he pasado unos tiempos muy malos, llenos de miserias...
-¿Por qué?- preguntó Forestier
-¿Recuerdas el collar que me prestaste para aquel baile?
-Sí, claro que lo recuerdo.
-Pues bien, lo... - dijo Madame Loisel insegura
-Lo...

En ese momento llegó la policía y no le dio tiempo a acabar.

-¡Manos arriba! - gritaron - Está detenida.

Loisel pensando que la decían a ella, asustada, echo a correr y se reunió con su marido en el porche.

-¿Qué está pasando? - preguntó la señora
-Verás, esta mujer que decía de ser tu amiga, es una ladrona. Aquel collar que te había prestado, era robado. Yo fui esta mañana a comisaría a decírselo.
-¿Y cómo lo has sabido?
-Cuando fuimos a preguntar a la tienda que según decían allí se había comprado el collar, el dependiente te dijo que él no había suministrado la joya, solo el estuche, entonces deduje que aquel era en collar que salía en las noticias.
-Entonces...¿perdí un objeto robado?
-Claro, y ahora se pueden creer que tu eres la ladrona, ya que supuestamente lo perdiste cuando podías haberlo robado tu, y compraste otro para disimular el hurto.
-Esto es de locos, ¿insinúas que me pueden meter en la cárcel a mí, por haber perdido un collar robado?- preguntó Loisel
-Exacto, hemos tenido que sacrificarnos diez años para pagar un collar robado, que tu habías perdido.
-Pero...¿no sería culpable el que tuviera ahora el collar entre sus manos?
-Puede ser, pero sería imposible encontrarle.
-Yo creo que no. ¿Te acuerdas de la recompensa que diste hace diez años por esa joya? Pues ahora le debes diez mil francos al señor de aquella tienda donde compramos el collar de pego, en la tienda del Palais Royal, porque ha encontrado el collar, y además de tenerlo en venta, quiere su recompensa.

Esa tarde estuvieron en aquella tienda del Palais Royal, y mirando por el mostrador, no veían el collar. El dependiente les dijo que lo vendió aquella mañana por cuarenta mil francos a una señora de la calle 76. Aquella señora era la hija de Madame Loisel, con cuarenta y dos años poseía el collar.
A aquella mujer le pasó lo mismo que a su madre, bueno, parecido.
Compró ese collar como un obsequio de disculpa por haber perdido la sortija de su vecina. Madame Loisel murió con el remordimiento de no haberle contado nada a su hija. Ahora, esta, Dominique, estaba en la ruina.

Pero,Madame Loisel, aún estando muerta, siempre tenía la misma pregunta:
-¿Sigo siendo culpable al perder un collar robado, que después fue encontrado y vendido a su hija por haber perdido el anillo de su vecina?

Nunca lo sabría ya que después de su muerte, Madame Forestier, entró en la cárcel, y se suicidó allí con el diamante verde del collar que Madame Loisel le compró para esconder la perdida de una joya robada.
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