Respuestas
Explicación:
Centrales térmicas: debido a la quema de combustibles fósiles, como el carbón o el petróleo, generan emisiones de CO2 causando una contaminación atmosférica y que deriva en un efecto invernadero global y la lluvia ácida.
Energía nuclear: las centrales nucleares tienen el problema que producen residuos radioactivos altamente contaminantes de difícil y costoso tratamiento.
Ciclos combinados: al ser alimentados con gas natural, el mayor impacto ambiental es la combustión, explotación de los yacimientos, contaminación de aguas y suelos. Aunque también un impacto en los ecosistemas por los que pasan los gasoductos.
Energía biomasa: además del impacto medioambiental de combustión y contaminación atmosférica, hay que sumarle una pérdida de vegetación, destrucción de biodiversidad, erosión del suelo, disminución de retención de agua, etc…
Energía eólica: la instalación de grandes parques eólicos tiene un impacto medioambiental que recae directamente en la fauna local y el empobrecimiento del suelo.
Energía hidráulica: los dos principales problemas de la construcción de embalses y presas son la fragmentación y pérdida de hábitats, y la perturbación a la flora y fauna.
Alternativas menos contaminantes
Esta insostenibilidad energética producida por la capacidad finita de los recursos como el petróleo y la concienciación de su alta contaminación por parte de la sociedad, ha llevado al ser humano a la utilización de otras fuentes de energía más sostenibles e infinitas como las renovables.
La continuación del ritmo de uso energético que llevamos en la actualidad es superior a la capacidad del planeta para producir materia prima, de que abastercernos, de tal modo que seguir a este mismo paso de consumo supondría el agotamiento próximo de las principales fuentes de energía que conocemos actualmente.
De ahí surgen alternativas renovables como:
Energía solar, procedente del Sol.
Energía eólica, proveniente del viento.
Energía hidráulica o hidroeléctrica, derivada de las corrientes de agua o saltos naturales de la misma.
Energía geotérmica, surgida del aprovechamiento del calor interno y natural de la Tierra.
Energía maremotriz, resultante del movimiento del agua en las subidas y bajadas de las mareas.
Energía azul u osmótica, también procedente del agua pero en este caso es obtenida de la diferencia en la concentración de la sal entre el agua de mar y el agua de río.
Cada vez son más los lugares donde se implantan estructuras para la generación de una de estas energías renovables anteriormente mencionadas. Aunque al principio la instalación requiera de una gran inversión, a largo plazo todo son ventajas.
Primero porque consumes una energía renovable y por tanto respetuosa con el medioambiente, de tal forma que contribuyes a la sostenibilidad y mejora del planeta; y segundo, porque el ahorro económico es real. A lo largo de los años se amortiza la inversión inicial por completo y disminuye el precio final en los recibos de la luz.
Pero el cambio en la utilización de energías convencionales a renovables no prosperará si no cambiamos nuestro ritmo de vida por un modelo más sostenible no solo energéticamente, sino en todos los aspectos que puedan contribuir a la mejora de un planeta cada vez más dañado por nuestros consumos irresponsables de materias primas.
En Nabalía Energía ya te ofrecemos la posibilidad de empezar a disfrutar de un consumo más responsable de energía y para ello te ofrecemos alternativas renovables. No esperes y súmate al cambio sostenible.