Respuestas
Explicación:
•El nacimiento del pensamiento abstracto:
Una de las características que distingue a los humanos del reino animal es la capacidad de pensamiento abstracto: la habilidad de imaginar cosas que aún no sucedieron o cosas imposibles que nunca sucederán. Esta facultad de pensar de manera abstracta es la base de todas nuestras grandes instituciones sociales, desde la política hasta la economía y la religión.
La primera evidencia antropológica de este gran avance se encontró en 1939, en la remota cueva de Hohlenstein-Stadel (Alemania). Mientras excavaban un sitio del Paleolítico superior habitado hace 40,000 años, los arqueólogos encontraron fragmentos de una efigie de marfil extraordinaria. Este hombre-león, mitad humano y mitad animal, fue la evidencia más antigua de que los seres humanos que lo crearon podían imaginar lo imposible y hasta quizás adorar a criaturas fantásticas. Si esa interpretación es correcta, el origen de todas las grandes religiones del mundo actual se encuentra en esa humilde cueva en el sur de Alemania.
•El desarrollo de la computadora:
Cuando hablamos de computadoras hoy en día, pensamos en máquinas electrónicas con pantallas de vidrio. Sin embargo, hay toda una historia de computación analógica que tenía un aspecto muy diferente al del dispositivo que tienes enfrente. El término "computadora" significa literalmente "algo que ayuda a calcular", y uno de los primeros ejemplos más avanzados fue el astrolabio.
Este dispositivo se desarrolló en varios lugares del mundo islámico alrededor del siglo VI y, para el siglo XV, ya se había convertido en la principal herramienta de navegación también en Europa. El astrolabio permitía que astrónomos y exploradores calcularan la posición del sol y las estrellas en relación con el ecuador y los trópicos, lo que les daba una idea precisa de la distancia y la dirección. El astrolabio no solo sentó las bases de las máquinas de computación mucho más complejas que conocemos en la actualidad, sino que también hizo posible grandes viajes a través de continentes y océanos.
•La teoría de la evolución:
Aunque poder entrar en la habitación donde se formó una de las grandes ideas de la historia suena increíble, los visitantes de Down House (Kent, Inglaterra) pueden hacerlo. Aquí fue donde Charles Darwin vivió durante 40 años, a partir de 1842. English Heritage restauró cuidadosamente el atiborrado estudio victoriano donde desarrolló la teoría de la evolución por selección natural.
Además de los libros, archivos, especímenes y tablas de taxonomía que usó el gran científico, pueden encontrarse indicios de su excéntrica personalidad, como el espejo que acomodó para detectar visitantes no deseados a través de la ventana mientras se acercaban a la casa, o bien las ruedas que agregó a todos sus muebles para poder moverlos en su laboratorio improvisado. Fue aquí que Darwin escribió "El origen de las especies" (1859), en el cual afirmó que todas las especies se desarrollaron a través de la selección natural de pequeñas variaciones heredadas que aumentan la capacidad de un individuo para competir, sobrevivir y reproducirse.
•El descubrimiento de la radiación:
Aunque actualmente las mujeres todavía tienen poca representación en la ciencia, la tecnología, la ingeniería y la matemática, la situación es aún peor cuando miramos la historia de las invenciones, ya que sus contribuciones fueron borradas casi por completo. Una notable excepción es Marie Curie, la primera mujer que obtuvo un premio Nobel y, aún hoy, la única mujer que lo ganó en dos disciplinas diferentes (química y física).
Curie a menudo es llamada "la madre de la física moderna", y su trabajo pionero en radioactividad le ganó un lugar en la historia de la ciencia, ya que descubrió el polonio y el radio en 1898. En esa época, se sabía tan poco acerca de la radioactividad que Curie realizó todo su trabajo casi sin protección contra los dañinos rayos; sus cuadernos están tan contaminados que aún se conservan en cajas revestidas de plomo en la Biblioteca Nacional de París.
