Los Israelitas creían que ellos eran el pueblo elegido de Dios:
Porque Abraham: les contó su experiencia de haber sido llamado por Dios para una misión: ser el padre de una gran generación. Porque Dios: propuso a Israel una alianza de amor, y el pueblo aceptó casarse con Yahvé y sellaron ese pacto con la palabra de Dios que le dijo: “Yo seré tu Dios y ustedes serán mi pueblo”. Porque Dios: cumplió siempre sus promesas al pueblo, a pesar de las infidelidades de ellos y siempre los buscó cuando se alejaban de Él. Porque en la Biblia: guardan la memoria de ser el pueblo elegido. Porque ellos: lograron unirse como pueblo entorno de Yahvé.
La historia del pueblo de Israel tiene consigo una gran cantidad de elementos que seguramente nos harán comprender mejor no solo el cómo se formó como pueblo, sino la relación que este pueblo mantuvo y mantiene con Dios, como guía de su camino. En el siguiente resumen de imágenes, podrás tener claridad sobre los momentos claves de este pueblo.
Desde Abraham, hasta el viaje a Egipto.
Dios llama a Abraham, el primero de los patriarcas, para pedirle que deje su país y se dirija a la tierra que Él le mostrará. Abraham fue padre de Isaac, Isaac fue padre de Esaú y Jacob. Jacob tuvo 12 hijos que dieron origen a las 12 tribus de Israel. Algunos clanes o tribus descendientes de los patriarcas tuvieron que emigrar a Egipto para sobrevivir.
Desde la esclavitud en Egipto, hasta la conquista de la tierra prometida.
Los israelitas permanecieron en Egipto 400 años. Al principio, los israelitas vivían pacíficamente, pero más tarde fueron hechos esclavos por el faraón de Egipto y utilizados como mano de obra para la construcción de las grandes obras públicas.
De todos los israelitas Dios escogió a Moisés, y desde una zarza ardiente le comunicó que debería liberar al pueblo de la esclavitud de Egipto. Así, guiado por Moisés el pueblo fue liberado, celebraron la primera Pascua y caminaron por el desierto durante 40 años hasta llegar a la tierra prometida.
En el monte Sinaí, Dios le entregó a Moisés los 10 Mandamientos, con los que se sellaba la Alianza de Dios con su Pueblo.
Al llegar a la tierra prometida, los israelitas la encontraron ocupada. Dios eligió a Josué como sucesor de Moisés, y lo puso al frente del pueblo. Después de muchos años de luchas se logró la conquista.
El pueblo se dividió en 12 tribus y Dios eligió a los Jueces para conducirlas.
Con el tiempo el pueblo de Israel se organizó políticamente bajo la autoridad de reyes. Saúl fue el primer rey de Israel, que fue sucedido por David, el gran rey de Israel que logró unificar toda la nación.
David fue sucedido por su hijo, Salomón, que fue el rey que construyó el gran templo de Jerusalén.
A la muerte de Salomón, Israel se dividió en dos: el reino del norte (Israel), y el reino del sur (Judá). Como consecuencia de esta división, los reinos quedaron empobrecidos y a merced de los grandes imperios vecinos.
Entonces aparecieron los grandes profetas que invitaban a la conversión. El reino de Israel terminó siendo destruido y arrasado por los asirios.
El reino de Israel fue arrasado por los asirios y todos los israelitas fueron deportados a Nínive. Luego, el reino de Judá fue invadido y destruido por el imperio de Babilonia, y allí deportados todos los judíos.
Después de muchos años de destierro los judíos pudieron volver a su tierra, pero ya no como una nación independiente, sino como una provincia del imperio persa. Con mucha dedicación y esfuerzo, conducidos por Nehemías y Esdras, todos trabajaron en la reconstrucción de la ciudad y del Templo.
Nehemías y Esdras, junto a todo el pueblo judío, trabajaron con mucha dedicación en la reconstrucción de la ciudad, y todos volvieron a leer el libro de la Ley.
Luego, Alejandro Magno derrotó al imperio persa y todos los territorios pasaron a estar en poder de los griegos. Los judíos soportaron la nueva dominación, pero se opusieron con fuerza a las costumbres religiosas que los griegos querían imponerles, y aparecieron figuras fuertes como Judas Macabeo.
Tiempo después los romanos arrebataron a los griegos sus dominios y construyeron un imperio que se extendió prácticamente a lo largo de todo el mundo conocido hasta entonces. El general Pompeyo fue quien conquistó Jerusalén y destruyó el Templo como signo de sometimiento y dominio (el Templo luego fue reconstruido).
Bajo el imperio romano se produjo el gran acontecimiento de la historia de la salvación: el NACIMIENTO DE JESÚS, el Hijo de Dios, el Salvador. Dios envió a su Hijo, y con Jesús ingresó la salvación en el mundo.
Respuestas
Respuesta:
La historia del Antiguo Testamento no es una historia en donde todo es color de rosa. Podemos decir que es el largo y doloroso relato de cómo Dios amó a Israel como un esposo a su esposa, pero esta esposa escogía una y otra vez prostituirse al entregarse a ídolos y al rebelarse contra el amor de su Señor. Es la historia de un Dios paciente ante el pecado de su pueblo de duro corazón.
Debido a esto, leer honestamente del pecado de Israel que se narra en el Antiguo Testamento hace que nos preguntemos: ¿cómo pudo Dios escoger como su pueblo a esta nación tan idólatra? Si Dios sabía que esta nación iba a ser tan pecadora, mala, y rebelde, ¿por qué les dio tantas bendiciones y les mostró un cuidado especial que ellos sin duda no merecían?
La razón de la elección
El Señor responde a esas preguntas en uno de los textos más importantes para poder entender el Antiguo Testamento. Presta atención a lo que Moisés dijo, guiado por Dios, al pueblo de Israel al final del éxodo:
“El Señor no puso Su amor en ustedes ni los escogió por ser ustedes más numerosos que otro pueblo, pues eran el más pequeño de todos los pueblos; mas porque el Señor los amó y guardó el juramento que hizo a sus padres, el Señor los sacó con mano fuerte y los redimió de casa de servidumbre, de la mano de Faraón, rey de Egipto”, Deuteronomio 7:7-8 (énfasis añadido).
Explicación:
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