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Había una vez una princesa llamada Gabriela esta linda pequeña tenia 8 años de edad. Cada mañana solía quedarse dormida hasta muy tarde lo cual le hacía llegar tarde a varios compromisos como desayunar con sus papás e ir a sus clases de danza a tiempo. Para poder mejorar esto, ella decidió dormir más temprano y efectivamente le sirvió y se levantó más temprano mucho más que todos en el palacio y salió a buscar a alguien para jugar pero no había nadie despierto.
Las flores se abrían naturalmente a lo que la princesa recogió algunas en su canasta. Entre los arbustos escuchó gruñidos a lo que la princesa aterrada comenzó a correr y alejarse de ese lugar.
Corrió con sus papás y ellos aterrados por lo que pudo pasarle a su hija mandaron traer las responsable, toda esa noche la princesa no durmió por el susto que había recibido, al volver a salir escuchó de nuevo los gruñidos y valientemente se asomó a ver que era lo que los causaba a lo cual le dio mucha risa enterarse que era un pequeño cachorro labrador que jugaba con las mariposas que revoloteaban entre las flores. Le dio comida, agua y él se convirtió su mejor amigo, lo mejor de la historia es que el cachorro la ayudó a resolver su problema de pereza ya que dormían juntos y al cachorro que bautizo como "Lucas" que le gustaba salir a jugar temprano con su ama y nunca aceptó un no por respuesta.
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