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Respuesta:
1. si, el estado como un espacio que posee lo siguiente: Una población permanente, un territorio definido y un gobierno que es capaz de mantener control efectivo sobre el territorio correspondiente y de conducir relaciones internacionales con otros estados.
2. Revolución es un cambio social organizado, masivo, intenso, repentino y generalmente no exento de conflictos violentos para la alteración de un sistema político, gubernamental o económico.
Revolución es usado como sinónimo de 'inquietud', 'revuelo' o 'alboroto' y por otro lado es usado como ‘cambio’, ‘renovación’ o ‘vanguardia’ y por ello su significado depende del lado en que se está de la historia de la revolución.
La diferencia entre revolución y rebelión, dentro del ámbito de las ciencias sociales y ciencias políticas, radica en que la revolución implica necesariamente un cambio concreto y generalmente radical y profundo, en cambio la rebelión no es organizada y se caracteriza por la revuelta como característica esencial humana.
Según los antiguos griegos hasta la edad media, como Platón y Aristóteles, la revolución fue considerada como una consecuencia evitable de la decadencia e incerteza del sistema de valores, los fundamentos morales y religiosos de un Estado.
3. Manuel Murillo Toro, Alfonso López Pumarejo, Álvaro Uribe Vélez y Juan Manuel Santos fueron elegidos en dos ocasiones, mientras que Francisco de Paula Santander y Alberto Lleras Camargo fueron elegidos luego de haber ejercido la Presidencia por renuncia o encargo del titular. El actual presidente es Iván Duque Márquez.
4. si, la función directiva es fundamental para la vida escolar, porque de ella depende la organización de la escuela, la planificación, el seguimiento, la evaluación, la implementación de las reformas, la gestión de recursos y un sinnúmero de actividades que permiten generar las condiciones propicias.
5. Planificar siempre el día anterior. Al final de cada jornada de trabajo, delimito las tareas que quiero ver terminadas para el día siguiente. Es muy importante planificar el día de antes, si me siento cada mañana «a ver qué tengo que hacer», he perdido.
Reducir la lista de tareas al mínimo. De hecho, para cada día suelo tener 3 tareas importantes como máximo y nada más. Casi siempre, relacionadas con: trabajo directo para clientes, marketing o producto. Estas tareas no incluyen «contestar emails» ni cosas similares. Para anotar tareas, ordenarlas por prioridad, etc, suelo usar el archivo de texto, pero se puede usar una aplicación de gestión de tareas, una de proyectos si es que trabajamos en grupo o incluso una agenda de papel si se adapta.
Reservar un tiempo concreto para cada tarea al principio del día. Ahora, cojo el calendario de Google y delimito las horas concretas en las que trabajaré en cada tarea al día siguiente, si puedo y no tengo compromisos, lo hago siempre en las primeras horas del día.
El resto del día tras las primeras horas lo dejo para tareas necesarias, pero de bajo valor. Emails, temas administrativos, reuniones inevitables, etc. No soy muy draconiano en la organización del tiempo una vez pasadas las primeras horas del día, de hecho, dejo siempre huecos y margen para los imprevistos.
Ser puntuales y empezar por la primera tarea del calendario a la mañana siguiente.
Volcar en el fichero de texto o calendario lo que vaya surgiendo. Ideas, imprevistos, cosas a tener en cuenta. Cuando aparecen, las vuelco donde corresponda para quitarlas de en medio. Si es algo que tengo que recordar o hacer a una hora determinada (como ver o llamar a alguien), introduzco un recordatorio en el calendario para que me avise y no se me olvide nada. Si son ideas o comentarios, los vuelco en el archivo de texto o en el cuaderno de papel.
Aplicar una «impermeabilización» de las tareas. Esto significa no trabajar en lo que no estuviera planificado como tarea importante. Si es extremadamente urgente (nuestro mejor cliente tiene un problema y debemos arreglarlo en el momento, por ejemplo), obviamente habré de adaptarme al instante, la vida es así. Si no, planifico esa tarea que surge para otro momento (volcándola en el calendario) o la anoto en el fichero de texto para hacer y planificar al final de la jornada.
Al final del día reviso el archivo de texto / cuaderno y el calendario a varios días vista. Eso me permite hacerme una idea de si hay compromisos anotados por delante y cuándo, doy forma a las notas y tareas, hago una lista con todas ellas, las priorizo y vuelvo al punto 1, escogiendo las 3 más importantes (como máximo) para las primeras horas del día siguiente y bloqueando ese tiempo para ellas.
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