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Ejemplos de fortalezas y debilidades
Honestidad (fortaleza) y deshonestidad (debilidad). ...
Paciencia (fortaleza) y premura (debilidad). ..
Compromiso (fortaleza) y egoísmo (debilidad). ...
Valentía (fortaleza) y cobardía (debilidad). ...
Responsabilidad (fortaleza) y irresponsabilidad (debilidad). ...
Puntualidad (fortaleza) y impuntualidad (debilidad).
Explicación:
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1. Integridad vs. Corrupción
La integridad es una fortaleza que consiste en la capacidad de ser honesto y transparente en nuestras relaciones con las personas y en nuestras actividades, sean laborales o académicas. Una persona íntegra es aquella que hace prevalecer el bien en toda circunstancia.
La corrupción es lo contrario a la integridad y, por ende, es una debilidad. Una persona que no antepone el bien común y los valores en sus relaciones personales y en sus actividades es una persona corrupta y, en consecuencia, indeseable.
2. Afán de superación vs. Conformismo
El afán de superación no es otra cosa que ambición, pero en su sentido positivo. Se trata de un deseo vivo y manifiesto por mejorar, crecer y desarrollarse plenamente hacia la mejor versión de sí mismo. El afán de superación de una persona puede animar a otros a superarse y crea bienestar a su alrededor. La gente con un saludable afán de superación siempre es motivo de inspiración.
El conformismo, en cambio, es una debilidad que consiste en conformarse con la propia realidad e instalarse en ella, mostrando desinterés absoluto por mejorar las cosas y progresar. Las personas conformistas son muy propensas a instalarse en lo que hoy se llama "zona de confort". Esto es contrario al valor de la superación.
3. Empatía vs. Indiferencia
La empatía es la capacidad de ponerse en la situación del otro. Es una fortaleza porque facilita el diálogo, la comprensión y la búsqueda de soluciones conjuntas. La empatía se complementa con la ecpatía, que permite poner límites a la propia sensibilidad frente a los excesos o abusos.
La indiferencia es lo contrario a la empatía y, como tal, es una debilidad, ya que la persona no logra conectar con las necesidades y puntos de vista de otros seres humanos. Con el tiempo, la indiferencia puede generar un comportamiento tiránico pero también aislamiento.
4. Compañerismo vs. Individualismo
El compañerismo es manifestar una actitud cordial y colaborativa con los compañeros de estudio o trabajo, por lo cual es fundamental en el trabajo en equipo.
El individualismo es una debilidad porque, por un lado, implica alienarse respecto del equipo de trabajo y, por el otro, la incapacidad de pedir ayuda cuando es necesario.
5. Solidaridad vs. Egoísmo
La solidaridad es una fortaleza. Ser solidario es brindar apoyo a alguien en un caso de necesidad, incluso fuera del ámbito del grupo inmediato. Por ello, la solidadridad es un valor muy preciado en la sociedad.
El egoísmo consiste en centrar la atención solo en los propios intereses, lo que no solo conduce a la falta de solidaridad sino a prácticas potencialmente dañinas contra los demás.
6. Disciplina vs. Indisciplina
La disciplina es la capacidad de trabajar de manera ordenada y constante por el logro de los objetivos. Es una fortaleza porque permite el mejoramiento constante de la persona, y a la vez es estímulo entre quienes le rodean.
La indisciplina es un comportamiento desordenado tanto en lo que a normas de convivencia se refiere, como en las rutinas de estudio o trabajo. Es una debilidad porque atenta contra la relación armónica de los equipos de trabajo y contra el mejoramiento personal.
7. Responsabilidad vs. Irresponsabilidad
La responsabilidad es ser capaz de responder ante los deberes por voluntad propia. Por ello, es una fortaleza muy valorada.
La irresponsabilidad es la falta de voluntad para cumplir con una obligación. Las personas irresponsables no solo no hacen su trabajo, sino que se resisten a dar una satisfacción por ello a las personas afectadas.
8. Dedicación vs. Perfeccionismo
La dedicación es una fortaleza porque garantiza los mejores esfuerzos de la persona para lograr un trabajo de la mejor calidad posible. Esto redunda siempre en el bien común y en el crecimiento personal. Ser dedicado y esmerado no se riñe con las dificultades cotidianas ni con los errores.
El perfeccionismo suele confundirse erróneamente con la excelencia. El perfeccionista tiene miedo a equivocarse y es inflexible. Dado que la perfección no existe, los perfeccionistas expresan altos niveles de frustración y de intolerancia, lo cual constituye una debilidad.
9. Tolerancia vs. Intolerancia
La tolerancia es la capacidad de aceptar la libre expresión de los demás, independientemente de los desacuerdos. Implica, por ende, un margen valioso de respeto y actitud democrática.
La intolerancia es la incapacidad para aceptar a los demás como son o de aceptar sus ideas cuando estas son contrarias a las nuestras. El intolerante no respeta a los demás y manifiesta un carácter autoritario.
El deseo de aprender y la curiosidad son expresión de un propósito de mejoramiento constante, tanto personal como profesional.
El desinterés por aprender pone en evidencia la falta de motivación para el crecimiento personal y profesional, lo cual es percibido como una debilidad.
La formación es una fortaleza a la hora de aplicar en trabajos o instituciones académicas. Esta revela que la persona está capacitada para retos específicos relacionados con su área de formación.
La falta de formación juega en contra de la persona en lo que a oportunidades laborales se refiere. Una persona sin formación ve limitadas sus opciones de trabajo y de mejor remuneración.
La experiencia adquirida es fundamental para cierto tipo de escenarios, ya que es en la realidad donde se ponen en práctica los conocimientos, donde se validan y se perfeccionan.
La inexperiencia puede ser un factor en contra para aspirar a ciertos cargos laborales, ya que cierto tipo de situaciones solo pueden ser comprendidas desde la práctica misma.
La gratitud es una fortaleza porque pone de manifiesto que el sujeto reconoce que no se debe a sí mismo, sino al intercambio de dones entre las personas. Por ello, valora y respeta a todos los individuos de su entorno y tiene más facilidad para trabajar en equipo.
La humildad es una fortaleza porque expresa la disposición de la persona a percibirse igualitariamente respecto a los miembros de un equipo y a admitir su vulnerabilidad cuando es necesario.
La soberbia es una debilidad porque, por un lado, implica que la persona se siente superior a los demás. Por el otro, ya que la persona soberbia no admite sus vulnerabilidades, no puede mejorar ni ayudar a mejorar a otros.
La concentración es una fortaleza porque permite ocupar toda la energía mental en las tareas en desarrollo, lo que favorece un uso eficiente del tiempo y de los recursos.
La dispersión es una debilidad debido a que impide dedicar todos los esfuerzos mentales a las tareas en desarrollo. Una persona cuyo rasgo de carácter es la dispersión, demuestra falta de compromiso, disciplina y madurez para enfrentar los retos cotidianos.
La prudencia es la capacidad de pensar y actuar tomando en cuenta los riesgos que pueden acarrear nuestras palabras o acciones antes de su ejecución. Por ello, una persona prudente también es discreta. Ambas condiciones generan confianza y respeto en cualquier ámbito.